Archivo ABC
ArchivoHemeroteca
ABC MADRID 21-05-1916 página 3
ABC MADRID 21-05-1916 página 3
3/24
Ir a detalle de periódico

ABC MADRID 21-05-1916 página 3

  • EdiciónABC, MADRID
  • Página3
Más información

Descripción

TODO ELMUNPO, POR CORREO, CABLE, TELÉGRA FO Y TELEFONO DE TODO EL MUNj DO, POR CORREO) CABLE, TELÉGRA FO Y TELEFONO para imponer su voluntad. Alemania se defiende. Sí, señor; pero se defiende á partir j la memoría de los que volaron eri la bahía DE NUESTRO ENVIADO. ESPECIA! I de lá Habana el Maine para encontrar, el de la batalla del Marne. Antes agredió, pretexto de. atacar á España. Nadie podría atacó, y en la. transgresión de todos, los hablar de todo esto con más hondura qué principios del derecho natural y del de genI yo, por la dolorósa razón de que el fondo tes fue tan lejos- -por el atropello de Bel ¡de íni infancia han sido la guerra de Cuba gica y por los métodos de suprema destrucción empleados en la contienda. que, con Hace pocos, días ha debido de publicar- y el atentado de los- Estados Unidos contra se en este mismo periódico un artículo mío España, Pero no es la ocasión dé relatar, toda franqueza, la palabra derecho en latitulado La batalla incomparable en el aquí, por lo menudo, mis recuerdos de niño bios de sus políticos suena como un lamen- cual, incidentalmente, me declaraba contra- patriota. Sólodiré que en aquellos trágicos to... ó como una ironía, to... ó como una ironía. rio á toda discusión de orden personal so- momentos tenía yo la edad de trece: años y El- mar es lib libre, según ei Derecho inbre los asuntos y problemas de la guerra. el discernimiento bastante para juzgar los ternacional. También lo era Bélgica. El En Ja misma crónica. me jactaba de no, ha- grandes, hechos que se desarrollaban frente bloqueo ha de ser efectivo, según el Deber; sostenido: nunca, en lo que: va de. gue- á mí. La conducta, de los Estados Unidos; recho internacional. -Según- el Í 3 erecho in. -rra, -polémicas, de saloñcilíos, de círculos ó me pareció entonces un crimen. Y aún no temacional, no se podían bombardear, las de- cafés. No había previsto el caso de una he cambiado de parecer. ciudades abiertas, etc. etc. Esta guerra polémica periodística de las que ño pueden Esto- no impide que la actitud dé! los- Es- ha subvertido- -R. Sehneider lo sabe y el rehusarse por la consideración que nues- tados- Unidos frente al conflicto europeo me! canciller Bethmann lo declaró á la humanitro contrincante nos merece y por la fuer- parezca plausible y justa tan jusía y, tan dad entera- -las reglas del derecho de genza- -aunque, sea aparente- -de los argumen- plausible, -qué no veo el más pequeño des- tes. La- necesidad no. reconoce la léy. tos, con que nos ataca. Tal es. la situación doro en que. España: -olvidándose, dé 1898- -beligerantes necesitan defender- -c; i que me pone el. distingú ido colaborador la imite y la secunde. Tal es la tesis de al- Todos los ninguno, entre todos, ha neceside A B C R; Schneider, al que no. sé si debo gunos de nuestros más encumbrados perio- se; pero más leyes que Alemania para deaplicar el castizo tratamiento de, señor. ó dist a. -y políticos, á los que nadie- podria- brin- tado hollarElla comenzó hollándolas porque el germánico kefr. Con este- ¡último queda- dar lecciones 1 de patriotismo. Si R. Sch- fenderse. ría más completamente definida, su perso- neider encuentra que es absolutamente quiso. Sus enemigos han sido arrastrados, nalidad, pues R. S chneider -piérisa y discute imposible que los pueblos olviden sus, mu- obligados á emplear una táctica semejante. Y digo semejante y no- igual, porque todavía como un auténtico alemán, tuos agravios, dígame, por qué luchan aho- el bloqueo que los inglesas operan contra Difícil, muy. difícil será que R. Schnei- ra juntas. Inglaterra y Francia, Alemania Alemania no ha originado ninguna víctima dery yo podamos entendernos. Es, sobre y Austria, y por qué figuran en unos mis- entre los neutrales. ¡Ni siquiera, una en, -poco masó menos, como si pusiésemos en- mos grupos de aliados búlgaros y turcos, tre los propios subditos del Kaiser 1 No se, írente á un soldado dev Francia y á otro japoneses y rusos. Esto es tan sencillo y se sabe de un solo alemán que haya muerto del Kaiser sin otras armas qué sus dialéc- ha dicho, tanto, qué da cierto rubor el re- de inanición. Efi el- Reichatag, los polítiticas respectivas. Ambos echarían, de me petirlo. Si la guerra de los cien años y la de cos germanos aseguran que no es posible nos el fusil. Es tan hondo el abismo que los siete, años han consentido la alianza sitiar por hambre á la gran, nación que reme separa de los germanófilos, que. no he franco- británica; si Sadowa, lejos de crear presentan, y e mofan de las pretcnsiones podido menos de. emplear la gráfica metá- un odia eterno, forjó un pacto vigoroso sabe, un fora que antecede. Y es tan apasionáda- entre austríacos y alemanes; si él Japón de, Inglaterra. -No, secoma lo insisto de para mente aliadófobo R. Schne ider q te sus ar- facilita municiones á Rusia, ¿por qué se solo álemáft que nóespera la. bastante En y; poder. victoria. gumentos no invitan a. la discusión, sino al obstina R. Schneider, olvidando todas las nutrirse se sabe de- algunos centenares de cambio, combate. lecciones de la Historia, en que ios espaqué han eV por No obstante, yo debo aceptar la postura ñoles consideremos que los norteamericanos neutrales- Alemania perecido en de mar teculpa de esos y por culpa anómala á que quiere traerme R. Schnei- no tienen ahora razón porque no la tuvie- mibles torpedos. de, Alemania, de esos peder, por dos razones, una, vde, orden patrió- ron antes con. nosotros? La filosofía más riscoipios ciegos. ó impotentes que no ven tico, y otra, de orden periodístico. Al final elemental establece que los actos de un pue. ñe este artículo, Schneider seguirá pensan- blo ó de un individuo no son un encade- los barcos con contrabando de guerra ó los do lo mismo que pensaba antes de leerlo. namiento, sino una evolución, un cambio. transportes de soldados ingleses, p e r o á Yo sjgo sustentando el que constituía la El que robó, ó mató úná vez, no está obli- los cuales no. sé les escapa un Lusitania, y doctrina de mi artículo sobre el discurso gado á seguir robando ó matando. De ma- un Arabio ó nn. Sussex. de Wilson, á pesar de haber leído el suyo nera- que, poniéndonos en lo. peor, y con la R. Schneider sé contradice cuando deintitulado De Jusiiniano á Wilson, pasan- ¡mayor severidad del mundo, no hay modo clara, gozosamente, -que Alemania no está do. por- Insúa Pero el público tendría deanular jurídica y humanitaria sitiada por Inglaterra, puesto que una es. recho á quejarse si hubiese corrido inútil- de Wilson la obra recuerdo de la obra pér- cuadra teutona- piído atacar últimamente de con el mente la tinta de imprenta absorbida por fida y criminal de los yanquis jingoístas. las costas de Albión. Si no está sitiada, nuestras dos crónicas. Voy, pues, franca- 1898 y 1916 no pueden reunirse sino invo- si el bloqueo es tan relativo, ¿para qué mente á contestar á R. Schneider. ofrece torpedear menos ó no torpedear á Míster Wilson, el presidente demócrata, lucrando, tergiversando, y envenenando las cambio dé, dVcesación del bloqueo? Por el no es el suce. sor de Mac Kinley, él presi- cuestiones. Conste así. Del resto del artículo de R. Schneider comercio... Por el comercio de Alemania dente jingoísta, del mismo modo, que don Alfonso XIII, Monarca constitucional y debiera yo; prescindir, ofreciendo como res- y en interés, del comercio y de, la indus: liberal, no es el sucesor de su bisabuelo don puesta á cuanto en él Se dice lo que se con- tria de los neutrales. ¡Cuánta generosidad! Fernando VII. La actual República fran- tiene: en la propia nota del presidente Wil- ¿Y el comercio de Bélgica? ¿Y la induscesa no es sucesora de Luis XIV ni de Na- son. Pero, ¡puesto á responder, responderé tria de Bélgica? ¿Y la libertad sagrada de poleón. Por eso á nadie se le ocurre repro- del todo. En substancia, lo que pretende- Bélgica? Admitiendo que Inglaterra y Alemania, charca lá Francia de hoy. la campaña del R. Schneider- es exactamente lo mismo que Palatinadp- -el. caso. de Bélgica y del Norte trata de establecer 3 a respuesta dé Alema- disputándole el dominio del mar y. distri; de Francia en miniatura- -ni los atropellos n i a á la- nOta de Wil son -esto es, la res- buyéndose la. primera la hegemonía, d. e la de Bonaparte. Más claro aún: Wilson no es ponsabilidad dé Inglaterra en la guerra superficie y la del fondo la segunda, se hayan puesto más allá del, derecho- de. gen. responsable de. la política de Cleveland y s u b m a r i n a de Mac. Kinley. El hecho de. que estos dos Alemania, que comenzó la guerra mofán- tes, lo íínko, que cabe es medir cuantita estadistas: le hayan precedido, con muchos dose del derecho, y que violó la neutralidad tivamente cuál de las. dos produce mayor vanos de distancia, en la Casa Blanca, no de Bélgica, qué se había comprometido h. mal á la especie humana. R. Schneider p iede, en modo alguno, incapacitarle para respetar, poniendo al pie de un tratado de llama aparatoso, pero siempre inferior alsiercer y practicar el derecho. neutralización la firma y. el- sello de uno de de Inglaterra, el perjuicio que produce AleDe un modo directo, llamándome es- sus embajadores, necesita ahora recurrir mania a los neutrales con la guerra subpañol cubano me pide R. Schneider que. al derecho. Han cambiado Jas circunstan- marina. Ni una sola vez habla mi distinanatematice á los políticos yanquis qué. in- cias, y el orgulloso pueblo que se creía más guido contrincante ea nombre de la huma ¡crvihieron abusiva y odiosamente en el allá, de las leyes humanas tiene que invo- nidad. Para él. el don preciósr. de la vida pleito que la madre España sostuvo con sus carlas en cuanto la fuerza sola nó le basta antiguas colonias. Con toda él alma execro

Te puede interesar

Copyright (c) DIARIO ABC S.L, Madrid, 2009. Queda prohibida la reproducción, distribución, puesta a disposición, comunicación pública y utilización, total o parcial, de los contenidos de esta web, en cualquier forma o modalidad, sin previa, expresa y escrita autorización, incluyendo, en particular, su mera reproducción y/o puesta a disposición como resúmenes, reseñas o revistas de prensa con fines comerciales o directa o indirectamente lucrativos, a la que se manifiesta oposición expresa, a salvo del uso de los productos que se contrate de acuerdo con las condiciones existentes.