ABC MADRID 03-09-1913 página 3
- EdiciónABC, MADRID
- Página3
- Fecha de publicación03/09/1913
- ID0000039516
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L) TODO EL MUNDO, POR CORREO, CABLE, TELÉGRAFO Y TELÉFONO J g jg DE TODO EL M l i N DO, POR CORREO, CABLEÉ ELEGRAFO Y TELÉFONO W EDITADO POR LA EMPRESA PERIODÍSTICA PRENSA ESPAÑOLA TRIUNFO DE SAN SEBASTIAN EL CENTENARIO DE UNA desplazainieritos tan comunes en el progreso ascendente de las lílds y ciudades Rodeado estaba por el mar de tal modo, que decirse pndi. c. a forn. aba casi una isla; y la enei 4i a de los donosfiai ras lo domeña, hasta el punto que sobre las ola, procelosas dd f antabiico hoy se levanta la gran ciudad Si nos fijamos unos momentos en su h stoiía política, y apreciamos debidamente ¡a tenacidad, consecuencia y ehpigia de ¡o- doroüiarras, el asombro sube de punto al ir- editar ia sene incalculable de adversidades contratiempos, pérdidas de eneu i sangre y actividad, qcc obstruyeron etaidaron en mucl o el desarrolla c e ii. de San Sebastian uena civivl áe- los siete años, er que ebastian peleo heroicaítteiite por la Reina Isabel II, creando el glonoso Cuetpo de Chapelgoms con Echague, Leí stt tai y BaicaiztegUr, t sosteniendo encarnizados y honorosos encuentros con los carlistas en las inmediaciones de la ciudad. Los coiiti- nuados asedios y bombardeos: tatito en la primera como en la segunda guerra civil La conílagración revoiucionariaj c u y o s chispazos, 7 llegando a Sáii S b astíáii, í; cóti- tribuyeron- á la despedida de; íávReiña Isa- bel II, sú inédio de una cónstef acíón y. tristeza- genérales. dé los habitantes. Y par último, la segunda guerra civil, de- 5 u jtuqsj aparte de las intrigas, discusiones peleas interiores, como- la famosa cuestión llamada Bonlevaritia; el triste f VISTA DE SAN SEBASTIAN EN EL AIÍO DE La luz siniestra y fulgurante de aquella aoírorosa noche de 31 de Agostó de 181 en que la ciudad de Sari Sebastián quedó totalmente arrasada y villanamente asesinados la mayoría de sus habitantes, parece que iluminó las inteligencias y corazones de los contados supervivientes con aquel sublime pensamiento de la: reconstrucción de San Sebastián. Y así fue. De aquellas cenizas que clama. ban venganza y guerra; dé entre aquel mon- ton de escombros, cual restos. numant inós, reducidos á. polvo, juramentados por el ho rior, surge la ciudad amurallada, que; én: menos de una centuria, se convierte en urbe: floreciente, maravillosa, cuya, actividad pasma al mundo. Desde aquel insignificante re- cinto de casas solariegas, palacios de grandes de vida retirada y austera, de cciitadas calles, la ciudad donostiarra cuenta hoy con un aera inmensa de consti ucción, que, sobrepasando los límites urbanos, trepa las montañas v pide lugar de primei 01 den entre las más florecientes cmdade 5 euiopeas. Asombra- -y pretendo hablar sín exageración- -la fo 2 c que San Sebastián ha llevado á cabo ese proceso de su reconstrucción y actual- vitalidad. De aquel diminuto pueblo de 8.000 habitantes, iluminado bajo la mcieita luz del aceite y de petróleo, con determinado número de faioihas ha llegado á cicar un pliego de 50000 hrDilantc, sin uniones ni aditai- iei. os extr f- cs, s. n imuaCiOiies ni VISTA DÉ ÍSÍ ÚJ ASO D 1 J