ABC MADRID 13-02-1912 página 2
- EdiciónABC, MADRID
- Página2
- Fecha de publicación13/02/1912
- ID0000026645
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A B C. MARTES J 3 DE FEBRERO DE 1912. EDICIÓN FOLLETÍN DE A B C 2. ARSENIO LUPIN LADRÓN DE LEVITA XIV -Pero, ¿su cara de usted? ¿sus ojos? -Comprenda usted que si he estado trabajando durante diez y ocho meses, en el hospital Saint- Louis, con el doctor Altier, no habrá sido por amor á la ciencia, sino porque pensaba que el que más tarde había de ostentar el nombre y apellido de Arsenio Lupin tenía que sustraerse á las ordinarias leyes de la apariencia y de la identidad. La apariencia... cada cual puede modificarla á su antojo. Una inyección hipodérmica de parafina hincha la piel en el sitio deseado. El ácido pirogálico le convierte á uno en mohicano. El juego de la Celedonia mayor produce manchas y tumores, que no hay más que pedir. Tal procedimiento químico obra directamente sobre el crecimiento de la barba y delcabello; tal otro sobre el sonido de la voz. Una usted á eso dos meses de dieta en la celda número 24, ejercicios repetidos para abrir la boca con esta expresión, para llevar la cabeza inclinada así, y para darle á mi espalda esta curva. Y, finalmente, cinco ¿gotas de atropina. en lós- ojos EL general portugués D. Felipe Malaquías de liemos, fallecido en Madrid. MUERTO ILUSTRE para darles una expresión de espanto, y... listo para la escena. -No. comprendo cómo los vigilaxites... -La metamorfosis lia sido progresiva; no han podido notar la diana evolución. -Pero, ¿Dionisio Baüdrú? -Existe el tal Baudrú. Es un pobre inocente, con quien tropecé hace un año, y que se parece algo á mí. En previsión de una detención siempre posible, le he colocado en sitio seguro, y desde luego me he puesto á estudiar en qué no nos parecíamos, para acentuar en mí esas diferencias hasta los límites de lo posible. Mis amigos le lian he. cho pasar una noche en él Depósito de manera que saliera casi á la misma hora que yo y que fuera fácil comprobar la coincidencia. Porque, fíjese bien, era menester que se hallara rastro de su paso; sin lo- cual la justicia se habría preguntado quién era yo. En tanto que, al ofrecerle a ésta el bueno de Baudrú, era inevitable. oiga bien, inevitable, que se agarrara á él, y que, á pesar de las insuperables dificultades de una substitución prefiriese, la justicia creer en: una substitución- antes que confesar su ignorancia. -En efecto, en efecto- -murmuró Ganimard. -Además. d; e todo esto- -exclamó Lupin- tenía yo entre las manos un naipe formidable, un triunfo, una circunstancia prepa; da por mí desde los comienzos del asunto: vista fiel paseoi de Colón, anegad por la crecida del río Guadalquivir. LA INUNDACIÓN DE SEVILLA Fot. Barrera. il In