Periódico ABC MADRID 13-10-1905, portada

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LHARDY, Carreja dé San JerónimO) 6 Mnnt. firá, 12, pral, 13 BIBLIOTECA DE A B C ÉL ROBÓ DE UN INVENTÓ 149; lySagk sepijblicó una extensa biografía del inventor, acompañad de na breve descripción del aparato. -l é p e r o- -d i j o el director del periódico á E r n e s t o- -q u e n c poi ssta circunstancia pensará usted abandonar la redacción. -M o señor, porque aun suponiendo que cl invento diese grandes resaltados, no me invertiría ningún tiempo su explotaoójn -S i e n bien; nosotros no queremos que nos abandone usted; preciiamcnte he tomado nota para subirle á usted el sueldo, Cwawdo Holioway salió del despacho del director, se consideraba; el hombre mas feliz de! m u n d o Indtidablemente prosperaba y hallábase en vías de hacer forttma, Afga as rfeces cruzaba p o r su imaginación un negro pensamiento f trscordaba aquella caseta de ía vía en la qu trabó conocútuento con el hombre de la pierna de madera, p e r o p r o curaba olvidarlo pronto y renacía en ¿1 su acostumbrada tranquilrdsKÍ y buen humor. Avtazsno se puede acallar fácilmente á la conciencia, pero cuando í i a y otras preocupaciones qué ocupan el espíritu, esto es y iMás fácil, j en este caso se encontraba Ernesto en la ocasióíí prcse- nte. Jll ei iai oñcinas de la administración de) periódico estaba encargada d e la máquina de escribir una linda señorita que sietnpr te recibía con una sonrisa- agradable cuando éste iba á s departamento para hacerla algún encargo, A h e r a que se encontraba ya en situación más desahogada, tcniíi el wopósito de no aplazar p o r más tiempo una cqnfidenr cía q ttepensaba hacer á la bella tipista. EE ya s bía que era p o b r e p e r o con su reciente ascenso y coft ib i se piometía obtener del- aparato, -juzgaba que t s n driaft- Tsificiente para los d o s c i t, a ftven había solicitado permiso en aquellos días ¿iba á p i r jífta corta temootada en su casa con su familia. movido p o r üñ aparató de relojería, que sólo da e! impulso esta maquinita en una dirección; p e r o en una locomotora de lás ordinarias existen los recursos del freno y del contravapor para contrarre ítar y anular todos los obstáculos. í -S í sí, ya veo- -replicó H o l l o w a y ¡p e r o esta es líffa idea- magniríca! ¿Qué es lo que piensa usted hacer con ella -i- Pues si quiere usted que le diga la verdad, y o mismo l i á Jo sé; es muy difícil p o d e r sacar adelante una cosa cora -éstí. Yo lo he hecho únicamente p o r entretenimiento; ¡qúiéh sabe si alguna vez lograré sacar la patente de invención, si es qiie t e u ñ o el dinero suficiente para ello! Ya había cesado la lluvia, y el periodista, después de d a r las gracias al guardabarrera p o r la hospitalidad y p o r las atenciones q u e le había dispensado, montó en su bicicleta y prosiguió sü camino. Lá última aventura le había parecido sumamente curiosa y- -había despertado en él un sentimiento que se había guárdjido muy bien de revelar al inventor, v ii Reíase en su interior d e la candidez d e aquel hombre al d a r explicación detallada d e s u invento á un extranjero al cual no conocía, y determinó escribir un articulo acerca déj a s u n t o p e r o sin poner á los lectores en conocimiento c el secreto. Í- G u a h d o llegó a! hotel en donde se alojaba saco el lapir y tomó varias notas en su cuaderno, haciendo un pequeño dfseño para poder recordar en cualquiera ocasión el mecanismo de! aparato, Después de comer pasó á la sala de fumar y se puso a c h a i lar con Un amigo suyo, E n el curso d e la conversación se acordó del descubrí miánto que aquella tarde le había deparado) a casualidad, y exclamo- -H o y he visto un invento p o r medio del cual un g n a r d a i agujas puede detener un tren, p o r mucha velocidad que lleve. ¡Hombre! -replicó su áiñigosorprendiéiidose; -el hombre... q u é haya inventado eso puede hacer su fortuna. Ese es asuntó de muchísimo dinero, Éstas palabras despertaron! a codicia en el ánimo de E r n e s t o Desde aquel momento le acometió. t. erit ión de atribuirse