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ABC CORDOBA 27-03-2025 página 17
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ABC CORDOBA 27-03-2025 página 17

  • EdiciónABC, CORDOBA
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UN mes después de que Demetrio Fernández presentara la renuncia por haber cumplido 75 años, el relevo en la Diócesis de Córdoba será inminente y se perfila un nombre concreto como nuevo obispo: Jesús Fernández González, actual prelado de Astorga. Así lo avanzó el periodista Jesús Bastante en el diario Religión Digital. Su nombramiento podría hacerse público muy pronto. Jesús Fernández González nació en Selga de Ordás, León, en septiembre de 1955, de forma que cumplirá 70 años pronto. No será, por lo tanto, un pontificado demasiado largo. Se ordenó sacerdote en junio de 1980, tras haber estudiado en el Seminario de León, y es además doctor en Filosofía. En la actualidad es presidente de la Comisión Episcopal de Pastoral Social de la Conferencia Episcopal Española y miembro de la Comisión Permanente. Jesús Fernández es también el responsable de Cáritas entre los obispos, de forma que su labor parece bastante centrada en lo social y en la atención a las personas que lo necesitan. Tuvo en su vida pastoral varios destinos en parroquias y fue profesor. Fue formador en el seminario mayor San Froilán (1997-2003), vicario episcopal de Pastoral y del Clero (2003-2010) y vicario general y del clero (2010-2013). Ejerció como profesor del Centro Superior de Estudios Teológicos (1992-2013 ) y del Instituto Superior de Ciencias Religiosas (2001-2013). Tras ser vicario general de la diócesis de León, en 2013 se le nombró obispo auxiliar de Santiago. De ahí pasó, en 2020, a obispo de Astorga, donde habría ejercido cinco años si se confirma su nombramiento para Córdoba. Demetrio Fernández pasará así a tener la condición de obispo emérito, el segundo en la historia después de José Antonio Infantes Florido, tras una etapa de quince años justos. Será a mediodía de hoy cuando el propio obispo Fernández celebre un consejo extraordinario presbiterial convocado días atrás en el Palacio Episcopal para dar a conocer la noticia -sobre la que se venía especulando en los últimos días- y compartir los detalles de la misma con su círculo de gobierno más directo. Tomará posesión el 24 de mayo. Una vez que el Papa Francisco ha recibido el alta médica del Hospital Gemelli de Roma donde ha estado luchando contra una neumonía doble durante las últimas cinco semanas, y ha regresado al Vaticano donde continuará su recuperación, se ha reactivado de lleno todas las decisiones pendientes, pese a que en los primeros compases de su hospitalización siguió cursando algunos trámites de renuncias y nombramientos. No hay que pasar por alto que se acaba de relevar de su cargo al Nuncio del Papa en España, Bernardito Auza, y es una figura que tiene mucha importancia en los nombramientos de prelados de su territorio. Ha estado en su puesto durante más de cinco años. Visitas Tras su relevo y la salida del Papa del hospital se empiezan a desbloquear los nombramientos. Monseñor Demetrio Fernández (El Puente del Arzobispo, Toledo, 1950) tomó posesión al frente de la diócesis de Córdoba en marzo de 2010 para suceder a Juan José Asenjo. No ha cesado en sus visitas pastorales a las parroquias de Córdoba y de la provincia; ha atendido y dado realce a las conmemoraciones de las devociones de mayor arraigo, con salidas extraordinarias de las hermandades, peregrinaciones, años jubilares y coronaciones. El refuerzo eclesiástico del papel de la Catedral ha sido clave en este tiempo como templo matriz unido a la defensa del a titularidad de la Mezquita-Catedral como complejo monumental propiedad de la Iglesia, de la mano del Cabildo Catedral, su propietario. Una batalla ideológica y política de la izquierda que arrancó justo en los primeros compases de su llegada y, aunque aún sigue coleando, se desactivó en una intensa pelea jurídica, histórica y política para salvaguardar esa titularidad y la gestión eclesiástica, hoy avalada por la Unesco, reconocida en los tribunales y certificada por infinidad de historiadores y juristas. A la postre, sirvió para que el Cabildo diera un giro de ciento ochenta grados a su propia gestión y transparencia, potenciando un monumento que hoy visitan más de 2 millones de personas al año e interviniendo en sus cuidados en todos los sentidos. La creación de nuevas parroquias en la expansión de la capital, la potenciación de la enseñanza concertada con la Fundación Diocesana Santos Mártires (con una docena de colegios y guarderías), el sostén de un seminario que sigue lanzando vocaciones (con dos obispos cordobeses en España: Alcalá de Henares y Guadix-Baza) en plena crisis para el resto y la propia gestión económica y de transparencia y vanguardia en cuestiones como los abusos de sacerdotes, también han destacado, entre otros aspectos, en sus 15 años de obispado. Al igual que sus férreas posiciones públicas -a través sobre todo de sus cartas semanales- sobre temas morales y actuales (aborto, eutanasia, células madre, inmigración,...) con los que siempre se ataca a la Iglesia y que ha defendido pese a la crítica de parte de la opinión pública. El prelado ha traído a la provincia de Córdoba un período de estabilidad tras episcopados más cortos, como el de Javier Martínez (1996-2003) y el de Juan José Asenjo, que estuvo desde 2003 hasta 2008 como obispo y hasta 2010 como administrador apostólico. La dimisión José Antonio Infantes Florido, fallecido en 2005, fue obispo entre 1978 y 1996. En enero de 1995 había cumplido 75 años y presentó su renuncia por motivos de edad, aunque tuvo que esperar algo más de un año hasta que llegó su sucesor. A partir de entonces se convirtió en el primer y hasta ahora único obispo emérito de Córdoba, ya que la obligación de dimitir al cumplir los tres cuartos de siglo es reciente: se consignó en el Código de Derecho Canónico que entró en vigor en 1983. Demetrio Fernández sería el segundo, ya que sus antecesores inmediatos no cumplieron los 75 años en Córdoba. Uno de sus últimos retos que ha dejado atado monseñor Fernández es conseguir que Osio de Córdoba vuelva a tener consideración de santo en la Iglesia Católica. Algo que sucederá este mismo año 2025 con toda probabilidad. El prelado toledano ha destacado por defender a algunas de los glorias del cristianismo en Córdoba y Osio, consejero del emperador Constantino e impulsor del Concilio de Nicea, es una de ellas. En 2025 cuando se cumplan 1.700 años de la celebración de este concilio, uno de los más importantes de la antigüedad y en que se definió el actual Credo. Para recordarlo, Demetrio Fernández ya había presentado una programación que incluye un gran congreso internacional y una exposición en la Mezquita-Catedral. Se recuperaría así una condición de santo que tuvo para la Iglesia Católica en un principio, aunque se le retiró por sospechar que algunas de sus afirmaciones escritas coincidían parcialmente con la doctrina de Arrio sobre la naturaleza de Cristo, que él mismo había combatido. Sí ha seguido siendo santo para la Iglesia Ortodoxa. A comienzos de este 2025, el Papa Francisco firmó un Promemoria por el presentado por el Cardenal Prefecto del Dicasterio para las Causas de los Santos, Marcello Semeraro, para impulsar la Causa por la que Osio volverá a ser santo en la Iglesia occidental, como lo fue durante años. Jesús Fernández, en el centro, conversa con el Papa Francisco en la plaza de San Pedro de Roma // LA NUEVA CRÓNICA DE LEÓN FRANCISCO J. POYATO CÓRDOBA La proclamación hoy del nombre de Jesús Fernández González como nuevo obispo, llega después de un largo período en el que la sucesión ha estado en el horizonte. Sucedió a medida que se acercaba el momento en que Demetrio Fernández tenía que cumplir 75 años. Todo comenzó en el otoño de 2023. El obispo de Córdoba, Demetrio Fernández (Puente del Arzobispo, Toledo, 1950), pidió oficialmente al Vaticano que adelantara la designación de su sucesor como prelado de la diócesis en la forma de un obispo coadjutor que le ayude y con el que conviva en el último o últimos años de su mandato, momento en el que se encuentra. Esta petición se registró oficialmente en la Nunciatura del Papa en España -como es preceptivo- y monseñor Demetrio Fernández lo comunicó a los sacerdote de las diferentes vicarías en retiros que está manteniendo con ellos. El obispo no padece enfermedades graves, pero sí algunos achaques de la edad que van creando pequeñas limitaciones en la movilidad. Ello también ha motivado esta solicitud. El ejemplo de lo que supone esta figura está muy cerca. En noviembre de 2008 Benedicto XVI nombró obispo coadjutor de Sevilla a Juan José Asenjo, hasta entonces obispo de Córdoba. Era con vistas a la sucesión de Carlos Amigo, que en agosto de 2009 cumpliría 75 años. Sin embargo, la vía del obispo coadjutor para Córdoba fue desestimada. A pocos meses de que el actual prelado, monseñor Demetrio Fernández, cumpliera los 75 años de edad (15 de febrero de 2025) y se active el mandato del artículo 401 del Código de Derecho Canónico (presentar por escrito la renuncia al Papa y a esperar su decisión), el Vaticano descartó esta opción tras autorizar en 2023 el proceso de búsqueda de un perfil idóneo a instancias de Fernández y llevarse a cabo una ronda de consultas sin éxito. Monseñor Fernández recibió por escrito esta decisión, a pesar de que la respuesta inicial a su petición, realizada a finales de 2023, fue afirmativa. A partir de entonces no había más que un camino, y era aguardar a que llegara la edad límite de 75 años. Antes se barajó la opción de activar una segunda ronda en el proceso de búsqueda de coadjutor, pero la proximidad de su 75 cumpleaños declinó esta operativa. Opciones Llegó a sonar con mucha fuerza, como apuntó este periódico en su momento, el nombre de Jesús Vidal Chamorro, entonces obispo auxiliar de Madrid sujeto a relevos en su diócesis. La Conferencia Episcopal Española lo puso al frente de la reforma y reducción de los seminarios en España, prevista antes de septiembre de 2026. Su nombramiento acabó descartado. Una vez presentada la renuncia al Papa a través de la Nunciatura Apostólica, el Santo Padre puede aceptarla inmediatamente o conceder una prórroga. Una vez aceptada la renuncia por parte del Papa, se inicia un periodo conocido como Sede Vacante. Durante este periodo de Sede Vacante, la diócesis pasa a ser gobernada interinamente por un administrador, el cual será o administrador diocesano, en caso de que haya sido elegido por el Colegio de Consultores compuesto por varios sacerdotes de Córdoba, o administrador apostólico, si es nombrado directamente por la Santa Sede. Una vez que el Santo Padre hace su elección, se informa al nuncio apostólico, quien llama al candidato elegido para preguntarle si acepta tal elección. Si acepta, se prepara todo para la publicación y la ordenación y/o instalación del nuevo obispo en su nueva sede. Si se niega, el proceso comienza de nuevo. Una vez nombrado el nuevo obispo y hecho público su nombramiento, debe tomar posesión de su diócesis dentro del plazo de tres meses a partir del momento en que recibe las Letras Apostólicas, si aún no había recibido la consagración episcopal, y dentro del plazo de dos meses, si ya es obispo. Del coadjutor a la ronda de consultas, un relevo anunciado desde hace año y medio El nuevo prelado llega tras haber pedido el anterior un sucesor que le ayuda Hubo una primera ronda de consultas que fracasó; la proximidad de la edad de 75 años hizo que se prefiriera esperar

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