ABC CORDOBA 21-06-2014 página 102
- EdiciónABC, CORDOBA
- Página102
- Fecha de publicación21/06/2014
- ID0006345557
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102 GENTESTILO SÁBADO, 21 DE JUNIO DE 2014 abc. es estilo ABC La libertad erótica de Pardo Bazán Una tarde, en un arrebato, Doña Emilia perdió una prenda íntima en la Castellana. No tengo defensa ante la moral, pero le hemos hecho una manola al mundo necio que prohíbe estas cosas escribe había robado el argumento de un cuento, que él pensaba escribir y le había conSegún Carmen Bravo- Villasante, su bió- tado a ella en un momento de gran ingrafa, toda la vida de la Pardo- Bazán timidad, se supone supuso un gran esfuerzo pedagógico. Muchos escritores la vieron con poca Con ingenuidad y pedantería una mez- simpatía. Según Pereda, padece la cocla típica suya escribió su programa mezón de meterse en todo, de entender vital, de jovencilla, en un cuaderno: To de todo y de fallar de todo... Cuando study, to work, to think estudiar, traba- hizo su campaña para ingresar en la jar, pensar Pero también hizo otras Academia, el irónico don Juan Valera muchas cosas, menos santas... publicó un folleto, firmado por FilogiEn su tiempo, ninguna mujer espa- no el amigo de las mujeres en el que ñola tuvo tanto prestigio e influencia. presentaba como impedimentos, para La aristocracia (heredó de su padre el entrar en la docta Casa, el embarazo y título de condesa) y la buena situación la lactancia... Clarín la calificó con más económica le permitieron disfrutar de dureza: la inevitable Respondía a los una libertad muy rara, en nuestro país, ataques de ella: Cuando se muera, hapara una mujer. Había brá fiesta nacional nacido en 1851. Según Baroja la vio con contaba ella, a los 17 gran antipatía: No me años vivió tres aconinteresó nunca como tecimientos importanmujer ni como escritotes: me vestí de largo, ra. Como mujer, es de me casé y estalló la reuna obesidad desagravolución del 68 Tuvo dable; en su conversahijos, pero su vida conción, es un poco ansioyugal no fue feliz. Su sa y trepadora Y el marido, José Quiroga, gran Josep Pla: Una no la entendía: acabaseñora de gran vitaliron separados, de hedad, de espléndida vercho. Para lograr la sebosidad, amplia, monuAmante despechado mental, ligeramente esparación, ante la IgleBlasco Ibáñez también sia, él la acusó de trábica, masculina mantuvo un tórrido naturalista como si ¿Qué había, en todo ello, romance con la condesa. eso fuera un terrible pede envidia por el éxito Después, la acusaría de cado... De hecho, ella diy el dinero o de machisrobarle una idea para una fundió no propugnó mo? Decídalo el lector. novela que él pensaba La personalidad de esta nueva tendencia escribir Benito Pérez Galdós, el literaria que había comayor novelista espanocido de primera mano, en París, junto al propio Zola ñol después de Cervantes, era totalmenen su novela Un viaje de novios y sus te opuesta: un hombre solitario, tímido, conferencias La cuestión palpitante mujeriego. En las tertulias y en el Par (1882) Al separarse del marido, vivió lamento, hablaba muy poco: escuchaba mucho, eso sí. Como una esponja, abuna etapa literaria más fecunda. sorbía todos los aspectos de la realidad, Amante de Blasco Ibáñez para expresarlos, luego, en sus novelas: Emilia era mujer decidida, enérgica, in- es el mejor historiador de la vida cotiteligente, trabajadora; para muchos, una diana española, en el XIX. También es señora de armas tomar además de un extraordinario novelista moderno Galdós, tuvo amores con Blasco Ibá- (Ricardo Gullón) que supera los límites ñez, Lázaro Galdiano... En 1890, fundó del realismo. Marañón, que lo adoraba, la revista Nuevo Teatro Crítico que nos transmite su frase favorita, casi su duró tres años: cien páginas mensua- muletilla: ¡Cuánto misterio! No se les, escritas íntegramente por ella. Fra- casó, pero tuvo relaciones estables con casó en sus intentos de ingresar en la varias mujeres: Concha- Ruth Morell, Real Academia Española. En los últi- Lorenza Cobián, Teodosia Gandarias... Doña Emilia comenzó por la admimos años de su vida, se hizo radical feminista (así lo declara al Caballero Au- ración y fue derivando hacia la pasión. daz) dirigió una colección de libros, la La podemos seguir por sus cartas (93, Biblioteca de la Mujer que publicó a de ella; una sola, de él) que publicaMaría de Zayas, sor María de Ágreda, ron, primero, Carmen Bravo Villasante, y el año pasado, Isabel Parreño y Luis Vives, Stuart Mill... Para un escritor, es fantástica la anéc- Juan Manuel Hernández. Su amor dota de su aventura sentimental con culminó en los años 1888- 1889. Los Blasco Ibáñez, el novelista más popu- dos estaban entonces en plenitud: ella lar, entonces: todo concluyó cuando tenía 37 años, acababa de publicar sus Blasco denunció que la Pardo Bazán le mejores novelas, Los pazos de Ulloa ANDRÉS AMORÓS Mi almita... Así encabeza Pardo- Bazán (1851- 1921) sus cartas a Galdós. El romance comenzó después de la publicación de Los pazos de Ulloa su mejor novela y La madre Naturaleza Él, ocho años mayor, había editado nada menos que Fortunata y Jacinta Ella estaba separada; él, soltero. La evolución de los sentimientos de ella puede seguirse por los encabezamientos de las cartas: a Ilustre maestro y Amigo del alma siguen Mi siempre amado Mi almita La pasión impregna el lenguaje epistolar: ella lo llama miquiño mío monín pánfilo de mi corazón chiquito mío roedor mío camaraíta bobito Y a sí misma, tu rata doña Opas tu peinetita una buitra paseo nocturno, en coche de caballos, que concluyó con un arrebato de pasión: Me río con el episodio de aquella prenda íntima. ¿Qué habrá dicho el guarda de la Castellana al recogerla? Ella se declaraba más fuerte y apasionada que él: Siempre me he reprimido algo contigo por miedo a causarte daño físico, a alterar tu querida salud... El quererme a mí tiene todos los inconvenientes y las emociones de casarse con un marino o un militar en tiempos de guerra. Siempre doy sustos Proclamaba con orgullo su libertad erótica: Sí, yo me acuesto contigo, y me acostaré siempre, y, si es para algo execrable, bien, muy bien, sabe a gloria, y si no, también muy bien Ante la moral oficial, no tengo defensa, pero tú y yo se me figura que vamos un poco para nihilistas en eso. Le hemos hecho la mamola al mundo necio, que prohíbe estas cosas Emilia se sentía orgullosa de hacerle feliz: En un minuto te puedo dar más bienes y alegrías que nadie. ¿Qué, no has sido feliz estas últimas tardes? Zola tiene miedo a la muerte. Si hubiera vivido una semana lo que yo... y lo que tú, no le tendría miedo alguno A él le Nos acostaremos siempre Emilia proclama ardientemente su amor: Te aplastaré... Te morderé un carrillito, o tu hocico ilustre... Te como un pedazo de mejilla y una guía del bigote... Te daré a besar mi escultural geta gallega... Búscame casita, niño... Te beso un millón de veces el pelo, los ojos, la boca y el pescuezo Se veían, a escondidas, en Madrid: en la calle de la Palma (la llama, en broma, Palmstrasse junto a la iglesia de las Maravillas Maravillas Church El episodio más pintoresco es el de un