Tras el misterio de Pertur, el disidente de ETA que desapareció sin dejar rastro en 1976
La última vez que se vio al etarra con vida fue un 23 de julio de hace 46 años, después de que se hubiera enfrentando a los cabecillas más sanguinarios de la banda terrorista bajo la idea de que había llegado la hora de abandonar las armas y emprender el camino hacia la política
![Una de las pocas imágenes que se conservan de Pertur, tomada poco antes de su desaparición](https://s1.abcstatics.com/media/archivo/2022/06/13/pertur-ETA-kT1--620x349@abc.jpg)
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« ETA es hoy una banda nazi y mafiosa. En ETA, un pequeño grupo de fanáticos, mafiosos y nazis sigue creyendo que en España no puede haber democracia». Quien así se expresaba hace dos décadas no era un diputado del Congreso ni un político en busca de votos, sino Marta Bergareche, la madre de un ex miembro de la banda terrorista que desapareció en Francia, sin dejar rastro, ocho meses después de la muerte de Franco. Su nombre: Eduardo Moreno, alias ‘Pertur’. Su paradero medio siglo después: desconocido.
La última vez que se le vio con vida fue el 23 de julio de 1976. Tenía 25 años y era uno de los líderes de los 'polimilis', una de las dos ramas en las que se desgajó ETA en los últimos años de la dictadura.
Sin Franco, con la Transición en marcha y la democracia en el horizonte, la mente del joven dirigente forjó la idea de que había que abandonar las armas e iniciar el camino de la política, tal y como declaró en su ponencia ‘Otsagabia’, elaborada a principios de aquel año: «La organización que ha de ejercer la dirección política del proceso revolucionario no tiene que practicar la lucha armada».
En abril de ese año, los ‘polimilis’ secuestraron al industrial nacionalista Ángel Berazadi. En ese momento, Pertur ya se mostró partidario de aceptar el rescate y liberarle, pero los ‘comandos Bereziak’, el núcleo duro de ETA controlado por los sanguinarios Antxon, Pakito y Apala, optaron por asesinar al rehén. La situación se volvió entonces más tensa, sobre todo cuando nuestro protagonista reprochó a Apala que se hubiera quedado dormido el día que tenía que recoger a los etarras fugados de la cárcel de Segovia.
La propuesta de virar hacia la vía política se topó con los jefes de este comando, que se enzarzaron en un duro enfrentamiento con Pertur a raíz de defender ahora la paz. Aquello era considerado como una traición a los principios de ETA, por lo que Pertur sabía que estaba en peligro, a juzgar por la carta que le envió a su compañero Iñaki Múgica, alias ‘Ezkerra’. «Estas bestias han convertido Euskadi norte en un Estado policial [...]. No logro zafarme de esta dinámica infernal de las conspiraciones, del infundio y la mentira que tiende a eliminar a los rivales políticos, no por medio del debate, sino a través de sucias maniobras», advertía.
Colectivo ‘Bereziak’
En ese momento empezó el acoso más duro por parte de sus compañeros, que llegaron a secuestrarle con la excusa de que había infringido los códigos internos al remitir una carta a los presos de Burgos y bajo la sospecha de mantener contactos con el Gobierno español. El fin último, sin embargo, era que no acudiera a una de las asambleas de ETA. Poco después, el 23 de julio de 1976, recibió una nota anónima de alguien que quería reunirse con él: «Soy una persona que te conoció hace un mes y te quiere volver a ver», indicaba misteriosamente. La cita sería a las diez de la mañana de ese mismo día en el café Consolation de San Juan de Luz (Francia), pero el remitente no apareció y Pertu se cruzó con Apala y Pakito. Nunca más se le volvió a ver.
![Antxon, uno de los 'polimilis' relacionados con la desaparición de Pertur](https://s3.abcstatics.com/media/archivo/2022/06/13/abc-madrid-20081105-16-kT1--220x220@abc.jpg)
Pocos años después, Pakito se convirtió en el dirigente de la banda en su época más sangrienta. Se le considera responsable de los atentados con mayor número de víctimas, como el de Hipercor, en 1987; el de la casa-cuartel de Zaragoza, ese mismo año, y el de la casa-cuartel de Vich, en 1991. Los tres sumaron 42 víctimas mortales. De ahí que, el ex secretario general de Eusko Alkartasuna (EA), Gorka Knörr, todavía esté convencido de que su amigo Pertur fue asesinado por los ‘Bereziak’.
Décadas después, este diputado vasco recordó el día en que fue a visitarlo a San Juan de Luz. De vuelta, en la estación de Hendaya, la madre de Knörr, que le había acompañado, le dijo a Pertur: «A ver si nos vemos pronto en el otro lado, Eduardo». Y este respondió: «No sé, Teresa, porque con esas bestias puede pasar cualquier cosa». Y, efectivamente, no se equivocó. El cadáver de Pertur nunca apareció. ETA culpó de su desaparición al Estado, pero desde la izquierda abertzale jamás surgió la iniciativa de pedir una investigación profunda como, por ejemplo, a Lasa y Zabala, ni tampoco se produjeron manifestaciones de repulsa.
Disciplina de hierro
No son pocos los casos en los que ETA dejó claro que la disciplina dentro de la banda tenía que aplicarse con mano de hierro. En 1984, de hecho, la banda asesinó a Miguel Solaun, el primer líder histórico que aceptó la reinserción. Dos años después, la organización hizo lo mismo con Yoyes, en presencia de su hijo de tres años, después de que esta hubiera decidido distanciarse de la violencia y buscar refugio en México. «Un ejército no puede permitirse el lujo de la traición de sus militantes y, mucho menos, de sus generales», justificó la acción el entonces dirigente de Herri Batasuna, Iñaki Aldekoa. «No era Santa Teresita del Niño Jesús», defendió igualmente Aitor Esnaola, condenado en 2013 por ocultar 1.600 kilos de explosivos para fabricar bombas.
![Noticia sobre la apertura de la investigación sobre Pertur](https://s1.abcstatics.com/media/archivo/2022/06/13/abc-cordoba-20080629-21-kT1--220x220@abc.jpg)
Nadie duda, por lo tanto, que Pertur corrió la misma suerte. De hecho, en 1994, un juzgado de Irún lo declaró oficialmente fallecido. Hasta 1997 no se encontró una primera pista aparentemente fiable, pero resultó ser falsa cuando procedieron a levantar una tumba del cementerio de Biriatou y en en el nicho solo encontraron los tres féretros de la familia propietaria. Nada de los restos del etarra. Luego, en 2008, el juez de la Audiencia Nacional Fernando Andreu decidió volver a abrir el caso a raíz de una querella presentada por sus padres.
Andreu, con el respaldo de la Fiscalía, tomó declaración a cinco testigos. Entre ellos estaban el ex preso Juan José Gurrutxaga Aizpurua, que se hizo cargo de la dirección de ETA-pm tras la desaparición de Pertur; Antxon, ideólogo y cabecilla de la organización terrorista en los años 80, que se encontraba en libertad y a quien se atribuía la orden de secuestrarle para evitar su participación en la mencionada reunión de la banda. Pero no llegaron a aclarar nada.
Las teorías
Fuentes fiscales explicaron que el testimonio prestado por Gurrutxaga parece afianzar la idea de que Pertur fue asesinado por sus compañeros. Hay testigos que, efectivamente, le vieron en San Juan de Luz con Pakito y Apala dirigiéndose a Behobia, cerca de la frontera con España, aquel 23 de julio de 1976. El antiguo jefe de ETA-pm también indicó en el interrogatorio que en un primer momento sospechó de la Policía española como responsable de la desaparición de Moreno Bergareche, pero más tarde cambió de opinión ante la actitud de los ‘bereziak’. Y aseguró que «no mostraron preocupación alguna» por conocer qué había ocurrido con Pertur.
El escrito de Andreu señalaba tres hipótesis de lo más variadas sobre los responsables de la desaparición: la primera apuntaba al núcleo más duro de ETA, con quien Pertur estaba en claro desacuerdo; la segunda, a grupos terroristas afines a la extrema derecha, y la última, a elementos neofascistas italianos que habrían actuado bajo la dirección de los servicios secretos españoles. El juez, sin embargo, tuvo que tirar la toalla tras cuatro años de pesquisas que solo le condujeron a un callejón sin salida. Desde entonces, nadie se sentó en el banquillo. Todo sigue envuelto en misterio.
![Noticia sobre Pertur de 2008](https://s3.abcstatics.com/media/archivo/2022/06/13/abc-madrid-20090925-21-kT1--220x220@abc.jpg)
Andreu decidió el sobreseimiento provisional de la investigación porque, a pesar de las pruebas practicadas, resultó imposible establecer una «línea argumental» de lo ocurrido. No hay «indicios fundados para señalar a nadie», admitió. En 2012, el juez estaba en el mismo punto que en junio de 2008, aunque en el auto recogiera el relato pormenorizado de las últimas horas de Pertur, como que había salido de su casa en San Juan de Luz a las 9.00 horas con destino a la reunión en el café Consolation. Dijo que jamás llegó a cita, porque se encontró con Pakito y Apala. Según el primero, este les pidió que les llevara en coche hasta Behobia y allí lo dejaron. El segundo residía en Cuba y nunca fue interrogado.
La única novedad que incorpora el sumario fue un dato aportado en sede judicial por la que fue novia de 'Pertur'. Según Lourdes Auzmendi, un miembro de ETA que coincidió en Nicaragua con Apala le revelo que ellos habían sido los que habían secuestrado, asesinado y luego tirado al mar al cabecilla de los 'polimilis'. No obstante, tampoco había más datos que esa confesión indirecta, por lo que el juez consideró que no era suficiente para incriminar a nadie.
Pertur no pudo participar en la Transición que se llevó a cabo en el País Vasco ni terminar la que él mismo estaba experimentando hacía la político sin atentados ni asesinatos, como le ocurrió a Yoyes y Solaun años después. Acatar la disciplina a base de balazos.