Archivo ABC
Archivo

El subdirector de ABC ejecutado en la Guerra Civil tras intentar tender puentes entre ambos bandos

El 20 de agosto de 1936, un mes después del inicio del conflicto, un grupo de incontrolados que la denominaba Patrulla de las Milicias de la Prensa secuestró a Alfonso Rodríguez Santamaría en su domicilio y lo asesinó de dos balazos en la madrileña Dehesa de la Villa

Alfonso Rodríguez Santamaría, en una imagen de la Segunda República
Alfonso Rodríguez Santamaría, en una imagen de la Segunda República - ABC
Israel Viana
MadridActualizado:

«Yo no creo correr peligro. No he hecho daño a nadie. A la presidencia de la Asociación de la Prensa de Madrid (APM) he ido con los votos de rojos y no rojos. No tienen de mí un solo agravio. No creo que quieran hacerme daño», les respondía a sus compañeros Alfonso Rodríguez Santamaría, en aquel momento también subdirector de ABC, cuando estos le instaban encarecidamente a que buscase el amparo de alguna embajada en los primeros días de la Guerra Civil.

Porta de ABC de 1939, sobre el homenaje a los periodistas caídos en la Guerra Civil - ABC

El asalto al Cuartel de la Montaña de Madrid, el 18 de julio de 1936, ya había provocado una masacre que causó alrededor de 150 muertos, aunque algunas fuentes elevan la cifra, incluso, hasta los 900.

En las calles de la capital reinó la violencia durante los siguientes meses contra todo aquel sospechoso de haber simpatizado o apoyado el golpe de Estado, lo que desembocó en las matanzas de Paracuellos del Jarama con entre 5.000 y 12.000 ejecutados.

Nada de eso debería haber afectado a Rodríguez Santamaría, que era solo un periodista sin ninguna conexión con los sublevados. De hecho, durante la Segunda República, y desde su presidencia en la APM entre abril de 1935 y julio de 1936, se dedicó a tender puentes entre los periodistas de derechas y de izquierdas, que se encontraban divididos en medio de fuertes tensiones y en aquel ambiente de pre-guerra.

Contra la libertad de prensa

Tras la sublevación, el Gobierno informó de la clausura de ABC a través de Unión Radio. La decisión ni siquiera fue comunicada oficialmente a la dirección del diario, que en esos momentos estaba en manos de Luis de Galinsoga. Cuando este no apareció por su despacho, el 20 de julio de 1936, Rodríguez Santamaría se asustó y reunió a los redactores para ordenarles que abandonasen la redacción de la calle Serrano ante la certeza de que el edificio iba a ser ocupado por miembros del Sindicato de Artes Gráficas enviados por el ministro de la Gobernación.

Augusto Vivero, que el Gobierno republicano puso al frente de ABC en 1936+ info
Augusto Vivero, que el Gobierno republicano puso al frente de ABC en 1936 - ABC

Unión Radio también informó de la incautación de otros diarios como ‘El Debate’, ‘Ya’ y ‘El Siglo Futuro’ y la llegada de los nuevos ocupantes en la dirección de dichas cabeceras. A ABC enviaron a Augusto Vivero, «un mediocre periodista olvidado que se había distinguido por su actuación en el asalto al Cuartel de la Montaña», lo definía Francisco Giménez-Alemán. Solo tres miembros de la plantilla anterior permanecieron en la nueva cabecera republicana de este periódico, que tuvo su némesis en el ABC franquista de Sevilla.

En ese momento, la Embajada de China ya le había ofrecido asilo a Rodríguez Santamaría, pero él estaba convencido de que no tenía razones para esconderse. Por desgracia, se equivocaba. El 20 de agosto de 1936, un mes después de iniciado el conflicto, un grupo de incontrolados que se denominaba la Patrulla de las Milicias de la Prensa le secuestró en su domicilio. A continuación lo trasladaron a la checa del Círculo de Bellas Artes y, de ahí, hasta los descampados de la Dehesa de la Villa. Allí, sin ningún juicio de por medio, fue asesinado de dos balazos –uno en el pecho y otro en la cabeza–, junto a su compañero de redacción, José Asenjo.

Santamaría tenía solo 57 años, pero había ejercido su profesión en periodos tan dispares como la Restauración, la dictadura de Primo de Rivera y la Segunda República sin ningún problema. Durante ese tiempo, se convirtió en uno de los periodistas más conocidos y prestigiosos de España. Comenzó su carrera en ‘El Correo’, en 1902. Fichó después por el periódico ‘España’ y, en 1905, Torcuato Luca de Tena le llamó para ABC, justo en el momento en el que el semanario se convirtió en diario. Con el tiempo, nuestro protagonista pasó a ser uno de los colaboradores más cercanos del fundador, que en 1918 le nombró subdirector.

Su presidencia en la APM fue corta, pero muy difícil, como consecuencia de sus esfuerzos al intentar limar asperezas entre unos periodistas muy enfrentados por cuestiones políticos. Esa situación interna era el fiel reflejo de la crispación social que vivía España. A Rodríguez Santamaría no le sirvieron de nada, tampoco, sus iniciativas para celebrar el 40 aniversario de la asociación, como la puesta en circulación de una serie de sellos conmemorativos que sacó con las efigies de destacados miembros de la prensa de tendencias muy dispares.

Aclamado por los periodistas

Al periodista no le faltaba razón cuando argumentaba ante sus compañeros que había recibido esta presidencia –en sustitución de Alejandro Lerroux, quien a lo largo de su mandato había sido elegido también presidente del Gobierno– con los votos de todos los miembros de la asociación, fueran estos de la tendencia que fueran. Así lo contaba ABC en su edición del 7 de abril de 1935: «Fue elegido por aclamación nuestro querido compañero. Una salva unánime y repetida acogió su nombre y su presencia en el sitial. El señor Santamaría agradeció con palabras de emocionada cordialidad la prueba de confianza que recibía de los periodistas de Madrid».

Soldado republicano, leyendo ABC en el frente+ info
Soldado republicano, leyendo ABC en el frente - ABC

Pero el 18 de julio todo cambió. La sublevación militar representó la quiebra definitiva de la convivencia y la pluralidad informativa en España. Las relaciones entre los periodistas de izquierda y de derecha se rompieron para siempre y no se recuperaron hasta cuarenta años después. Los redactores de uno y otro signo se convirtieron en piezas codiciadas y sufrieron persecuciones sin venir cuento, como le ocurrió a Rodríguez Santamaría. Se estima que fueron asesinados más de un centenar de miembros de la prensa de uno y otro bando… o de ninguno de los dos.

Nada más terminada la Guerra Civil, en 1939, la APM instituyó el premio periodístico Rodríguez Santamaría, que se otorgó, al principio, a la mejor labor periodística del año anterior, hasta que, a partir de 1963, se decidió premiar con él los méritos de toda una vida profesional. Este galardón en homenaje al subdirector de ABC estuvo vigente hasta 2013, en que pasó a denominarse Premios APM de Honor.

Artículo solo para suscriptores
Ver los comentarios