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La noticia del misterioso crimen que Lorca leyó en ABC y le inspiró «Bodas de sangre»

«¡La prensa! ¡Qué maravilla! ¡Leed esta noticia, es un drama difícil de inventar!», apremió Lorca a sus amigos en la Residencia de Estudiantes al hojear el periódico del 25 de julio de 1922

Federico García Lorca con la actriz Lola Membrives a las puertas del teatro Avenida de Buenos Aires y ante el cartel anunciador de las 100 representaciones de «Bodas de sangre»+ info
Federico García Lorca con la actriz Lola Membrives a las puertas del teatro Avenida de Buenos Aires y ante el cartel anunciador de las 100 representaciones de «Bodas de sangre»
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«Crimen desarrollado en circunstancias misteriosas». Aquel titular de ABC captó de inmediato el interés de Federico García Lorca el 25 de julio de 1928. El poeta y dramaturgo, que acababa de publicar «Romancero gitano», estaba charlando con su amigo Santiago Ontañón en un cuarto de la Residencia de Estudiantes cuando un amigo común entró en la habitación y arrojó sobre la mesa un ejemplar de este diario. «Federico hojeó el periódico y exclamó: -¡La prensa! ¡Qué maravilla! ¡Leed esta noticia, es un drama difícil de inventar!».

Residencia de Estudiantes.Grupo de residentes con Federico García Lorca y Rafael Méndez delante hacia 1930+ info
Residencia de Estudiantes.Grupo de residentes con Federico García Lorca y Rafael Méndez delante hacia 1930 - ABC

Así relató la hispanista Marcelle Auclair en su «Vida y muerte de Federico García Lorca» esta anécdota que ya el propio literato granadino había desvelado al periódico «El Debate» el 1 de octubre de 1933, apenas unos meses después del exitoso estreno de «Bodas de sangre».

García Lorca declaró entonces al periodista que el tema de la obra lo había tomado de un suceso que leyó en la prensa diaria y, en otra ocasión, señaló que había comenzado a trabajar en ella en 1928, tras aquel trágico suceso que conmocionó a Almería y al resto del país.

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En un cortijo de Níjar todo estaba previsto para que se celebrara una boda. El novio y numerosos invitados aguardaban para que comenzara la ceremonia, pero la novia no llegaba. Cansados de esperar, los invitados se fueron retirando contrariados. Uno de ellos se encontraba ya a unos ocho kilómetros de la casa cuando se topó con el cadáver ensangrentado de un primo de la novia, Francisco Montes Cañada. A sus voces de auxilio acudieron otros de los invitados y la Guardia Civil, que al poco dieron con la chica. Se había ocultado cerca y tenía las ropas desgarradas. La novia, que fue detenida, explicó que había intentado fugarse con su primo a caballo, pero fueron sorprendidos por un hombre que mató a tiros a Montes Cañada. También fue detenido el novio, quien negó toda participación en este crimen que aparecía «envuelto en el mayor misterio».

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En los días siguientes, ABC continuó informando de este suceso hasta que por fin, el 28 de agosto, aclaró el misterio de la cortijada de Níjar. La novia a la fuga, Francisca Cañada Morales, había acusado a un hermano del novio y éste había terminado por confesar el delito. José Pérez Pino declaró haber bebido en exceso en el cortijo y haberse encontrado por el camino de regreso con los fugados. Al verlos, sintió «tal ofuscación y vergüenza por la ofensa que se infería a su hermano», que se abalanzó sobre Francisco y arrebatándole el revólver que llevaba, lo mató de tres disparos.

«A mi hermano le impresionó muchísimo el trágico crimen», comentó Francisco García Lorca a «Blanco y Negro» en 1964. El hermano del poeta no recordaba dónde había ocurrido, ya que habían pasado muchos años de aquello, «pero sí que se trataba de un pueblecito de la provincia de Almería y que entonces los periódicos de toda España dedicaron varias columnas a hablar del hecho». También José Bello, que fue íntimo amigo de Lorca, recordaba haber oído a Federico hablar del suceso.

Santiago Ontañón, que leyó con Lorca la noticia en la Residencia de Estudiantes y se encargó de la primera escenografía de «Bodas de sangre», relataba años después que cuando Federico volvió a Madrid con la obra terminada le dijo, completamente satisfecho: «Traigo un dramón».

Página del periódico del 9 de marzo de 1933 con la fotografía del estreno de «Bodas de sangre»+ info
Página del periódico del 9 de marzo de 1933 con la fotografía del estreno de «Bodas de sangre»

«Bodas de sangre» se estrenó el 8 de marzo de 1933 en el teatro Beatriz de Madrid, con Josefina Díaz de Artigas y Manuel Collado como protagonistas. «Un viento de tragedia conmueve desde sus comienzos los corazones y la palabra de los personajes que intervienen», escribió el crítico de ABC antes de describir cómo «en este cañamazo recio y duro como de ambiente rural, va bordando una acción de amor, de amor con mal fario, la prosa y la poesía de García Lorca». Prosa y poesía «a partes, y ambas llenas de esas metáforas arbitrarias, cálidas y valientes, matizadas de sensualidad y aromosas de olores de pueblo y de campo, de sol y de hierba, que constituyen su obra total».

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Una caricatura de Paco Ugalde del tercer cuadro de la obra, con la novia flanqueada por sus padres y el novio, ilustraba la crítica del estreno de esta obra que se ha representado en infinidad de ocasiones en España y el resto del mundo.

Treinta años después, dos jóvenes periodistas del Instituto de Periodismo de la Universidad de Navarra, José-Jesús L. Morales y Hernán Seeber, se desplazaron hasta Níjar para visitar los escenarios del suceso que la pluma de Lorca convirtió en un drama universal.

En esta apartada zona de la provincia de Almería descubrieron a la protagonista «real» de «Bodas de sangre». Francisca Cañadas, tenía entonces 61 años y vivía con dos sobrinas cerca de donde se desarrolló el sangriento suceso.

Francisca Cañadas, en 1964+ info
Francisca Cañadas, en 1964 - Hernán Seeber

En el extenso reportaje publicado en «Blanco y Negro» el 8 de febrero de 1964, se aportaban más detalles de aquellos trágicos hechos. La noche de la convenida boda del labrador Casimiro Pérez con Francisca, se presentó en la casa de la novia su primo Paco Montes, del que ella estaba enamorada y decidieron fugarse. Apenas habían recorrido cuatro kilómetros a caballo cuando se encontraron con José, el hermano del novio, y Carmen, su mujer, hermana de la novia. José mató a Paco y Carmen se arrojó sobre su hermana Francisca y la estranguló, hasta darla por muerta.

Una campesina junto a la palma que según el romance popular, ocultó a los asesinos de Francisco Montes cuando vieron que éste huía con Francisca Cañadas+ info
Una campesina junto a la palma que según el romance popular, ocultó a los asesinos de Francisco Montes cuando vieron que éste huía con Francisca Cañadas - Archivo ABC

Aquellos sucesos se cantaban años después en Níjar en una copla popular, de autor anónimo: «Le dije: Hazme feliz, me dijo: Vente conmigo. Le dije llena de gozo: en la calle espérame. Salí, me monté en su mulo y apretamos a correr».

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Morales y Seeber recogieron el romance entero en las páginas de «Blanco y Negro» y preguntaron a Francisca si era verdad lo que decía la copla. «Sí, yo fui... pero ¿por qué me culpan a mí, si fue la otra?», les contestó la mujer en voz baja, sollozando. La otra a la que se refería era a su hermana Carmen, la que intentó estrangularla. Aunque vivían muy cerca, no se habían vuelto a hablar desde entonces.

En el lugar donde cayó muerto Paco Montes hubo durante unos años una cruz de hierro donde la gente del pueblo dejaba un guijarro cuando pasaba por allí.

Reencuentro con sus personajes vivos

El periodista José María Moreiro fue al encuentro en 1971 de los personajes vivos que el genio creativo de Lorca modeló en sus obras. «Níjar. Tierra dura. Tierra de sed. Erizada de pitas altas y breves manojos de esparto, es como una parda osamenta planchada de soledad. Al bies queda Cabo de Gata, la sierra pelada a la espalda. Alguna viña, algún pobre pastor sin caramillo. Algún perro frío que hinca sus dientes en las nalgas pelonas de las ovejas. Ni una sombra, ni un pájaro, ni un conejo. Los campos de Níjar retumban por dentro como un extraño tambor», describió de aquellos parajes donde fue al encuentro del juez que investigó «lo del Cortijo del Fraile».

«Entonces era uno de los más ricos», relató don Ubaldo, que describió que «siempre fue Francisca un poco hosca, poco comunicativa y no muy agraciada físicamente. La cojera casi le impide andar». Salvo por el hecho de que Paco era soltero y de que no existieron en la realidad rencillas entre la familia del novio y del burlador, «"Bodas de sangre" se ajusta en casi todo a los hechos», aseguraba don Ubaldo.

José Pérez fue condenado a quince años de cárcel, aunque con la guerra salió de prisión y Carmen quedó libre. «Como a Francisca 'La Coja' no le pasó nada en definitiva, echamos tierra al asunto», explicó el juez. El matrimonio tenía un hijo de corta edad y no quisieron que quedara desamparado.

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Aquel suceso que inspiró a Lorca también despertó el interés del bailarín Antonio Gades. Su «Crónica de bodas de sangre», que estrenó estrenó en Madrid en 1974, era «el relato escénico y bailado del suceso mismo», explicó a ABC. «Si hay referencia concreta al título que él puso y en el desarrollo de la coreografía se evoca también es, sobre todo, como un homenaje al gran poeta y como un reconocimiento al hecho de que fuese él el primero que tomó toda la sustancia poética y dramática de un suceso campero que, de otra manera, hubiese pasado inadvertido», contaba Gades.

Francisca Cañadas falleció en Níjar en 1987, a los 84 años. El Cortijo del Fraile, escenario también de la novela «Puñal de claveles» de Carmen de Burgos, fue catalogado como Bien de Interés Cultural (BIC) en agosto de 2011, aunque se encuentra en estado de abandono.

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