La misteriosa muerte que catapultó a Franco al poder en la Guerra Civil: ¿asesinato o accidente?
El 20 de julio de 1936, José Sanjurjo Sacanell falleció en un extraño accidente de avión
![Sanjurjo, en una de sus imagenes más destacadas](https://s1.abcstatics.com/media/archivo/2022/01/31/7694782-kLkD--620x349@abc.jpg)
- Compartir
José Sanjurjo Sacanell era un veterano de la Guerra de África que se había ganado sus galones en operaciones tan determinantes para el devenir del país como el Desembarco de Alhucemas. Sin embargo, y a pesar de que en principio vio con buenos ojos el régimen republicano, no tardó en desencantarse. Según explica el doctor en Historia Roberto Muñoz Bolaños en su artículo sobre este personaje para el diccionario biográfico de la Real Academia de la Historia, su acatamiento del orden establecido el 14 de abril de 1931 tornó hacia el odio más visceral.
Y no era tanto por su rechazo al republicanismo, sino por los continuos desencuentros con personajes como el popular Manuel Azaña. Cuando su enfrentamiento con el entonces ministro de Guerra se dio a conocer al público, este militar se convirtió en un imán para los grupos conservadores que buscaban el regreso de la monarquía.
Sanjurjo, azuzado por estos grupos, dio un golpe de Estado en Andalucía el 10 de agosto de 1932 junto a varios militares partidarios de una monarquía tradicionalista. El resultado fue un estrepitoso fracaso. El teniente general, que tuvo que ver como Francisco Franco se retiraba de la operación por miedo a que no contaran con los apoyos necesarios para vencer, fue trasladado a Madrid y condenado a muerte, aunque -a la postre- se le conmutó la pena por cadena perpetua.
Para su suerte, la entrada de un gobierno conservador en la Segunda República le granjeó una amnistía en 1934. Cansado y temeroso se retiró a Portugal. Allí podría haber vivido en paz, pero recibió la visita de un sin fin de organizaciones carlistas y alfonsinas que ansiaban que formase parte en los complots que se orquestaban contra el gobierno.
La situación permaneció en calma hasta febrero de 1936, cuando la llegada del Frente Popular hasta la cabeza de la Segunda República provocó que la primera pieza del dominó cayera y naciera una nueva intriga. Por aquel entonces el general Emilio Mola Vidal, gobernador militar de Navarra y jefe de la XII Brigada de Infantería, decidió a encabezar la conspiración (la misma que, a la postre, daría iniciaría la Guerra Civil) desde el punto de vista militar. Según Bolaños, desde el primer momento se pidió al teniente general que la liderara. «Si bien Sanjurjo no la organizó directamente, sí hizo valer su papel dirigente cuando se hizo necesario», explica. A su vez, el doctor en Historia se basa en hechos como que Franco solicitaba permiso al veterano para acciones tales como comprar armamento al exterior.
![Los restos del general Sanjurjo, escoltados por el Ejército Portugués](https://s2.abcstatics.com/media/archivo/2022/01/31/7626036-kLkD--510x349@abc.jpg)
«Era, de manera indiscutible, el jefe de la conspiración contra la República, y el dirigente máximo de España una vez que ésta hubiese triunfado», explica Bolaños. Así lo demuestra también el que Sanjurjo llegara a señalar que el alzamiento seguiría adelante «con o sin Franquito» cuando se enteró de que tenía dudas, una vez más, sobre si participar o no en el golpe. Esa condescendencia era replicada por una buena parte de los organizadores, como bien se deduce del mote que recibió el futuro jefe del Bando Nacional: 'Miss Islas Canarias 1936'.
El hispanista Paul Preston es tajante en su obra «La Guerra Civil española, reacción, revolución y venganza»: «El futuro Jefe de Estado, una vez que el golpe hubiera triunfado, iba a ser Sanjurjo». Detrás suya se hallaba Mola, más conocido entones como 'El director'.
Como cabeza visible de la conspiración, se estableció que Sanjurjo debía ser transportado a España poco después de que el Alzamiento diera comienzo entre el 17 y 18 de julio de 1936. El encargado de acometer esta tarea fue Juan Antonio Ansaldo, «un famoso as del aire y playboy monárquico», según palabras de Preston.El 19 este piloto aterrizó en la residencia veraniega del oficial en nombre de Mola con órdenes de llevarle hasta territorio Nacional. El problema era que su montura era una frágil avioneta 'De Havilland 80-A Puss Moth'. Lo más llamativo es que, según Baños, 'El director' había encargado que la escolta se llevase a cabo con un bimotor. «Además, el 'Dragon Rapide' , mucho más adecuado, que había llevado a Franco de las islas Canarias hasta Marruecos, había llegado a Lisboa al mismo tiempo y podía haber llevado fácilmente a Sanjurjo a Burgos», añade Preston.
![El general Sanjurjo en el centro, de paisano](https://s3.abcstatics.com/media/archivo/2022/01/31/7620556-kLkD--510x349@abc.jpg)
Las reticencias iniciales de Sanjurjo se esfumaron cuando Ansaldo le saludó como si fuera el jefe del Estado ante un grupo de incondicionales reunido en la zona. El militar aceptó. Tras pasar la aduana, la cabeza visible del golpe subió a la avioneta en un hipódromo en desuso llamado A Marinha. Según el relato del propio piloto, portaba una maleta de grandes dimensiones cargada con varios trajes que pensaba utilizar a su llegada a la capital. Esta se sumaba a su propia figura, «ya de por sí voluminosa». A pesar de ello, el as de aviación estaba cejado a salir de allí con su particular premio, así que despegó en dirección a unos árboles cercanos que, pensaba, podría superar sin dificultad alguna.
Se equivocó. «El exceso de peso de la avioneta disminuyó la fuerza de ascensión de forma que la hélice, o posiblemente el tren de aterrizaje, chocó con las copas de los árboles», explica Preston. Ansaldo logró salir del aparato con heridas superficiales. Sin embargo, Sanjurjo se estrelló y murió. A la postre, el piloto barruntó la posibilidad de que el accidente hubiera sido, en realidad, un atentado provocado por un grupo de anarquistas.
No obstante, la teoría (así como la de que era un golpe político de Francisco Franco) es rechazada por autores como el mismo Bolaños. «Probablemente, como indican los políticos monárquicos Eugenio Vegas Latapié y Pedro Sainz Rodríguez, la causa verdadera del accidente haya que buscarla en la imprudencia de Ansaldo, que desobedeció las órdenes de Mola y despegó de un espacio inadecuado», afirma el primero.
![Un retrato del general Sanjurjo](https://s1.abcstatics.com/media/archivo/2022/01/31/7626165-kLkD--510x349@abc.jpg)
Así recogió el diario ABC de Sevilla, en una noticia publicada el 22 de junio de 1936, el fallecimiento de Sanjurjo:
«La Radio Madrid ha dado cuenta de la muerte del marqués del Rif, sin localizarla, dando a entender, implícitamente, que había sido muerto en un combate por los elementos gubernamentales. Esto es completamente falso. El avión que conducía al glorioso general, y que iba pilotado por el aviador, señor Ansaldo, perdió velocidad a poco de emprender el vuelo y cayó, incendiándose. El señor Ansaldo, que pudo lanzarse del aparato, se libró de la muerte, aunque recibió quemaduras y heridas de importancia; pero el general, Sanjurjo, que iba atado al asiento, no tuvo tiempo de liberarse y pereció carbonizado. El aparato cayó en las inmediaciones del Radio-Club, a pocos kilómetros de Estoril, adonde ha sido trasladado el cadáver, pues las autoridades portuguesas, en atención a la personalidad del finado, ha dado toda clase de facilidades en esta ocasión».