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La historia desconocida de los manicomios en España: un país revolucionario desde el siglo XV

Hacia 1409, se fundó en Valencia el primer centro psiquiátrico con una organización terapéutica a iniciativa del padre mercedario Juan Gilabert Jofré

Pabellón santa Teresa para Enfermos Mentales en el sanatorio santa Isabel de Leganés (Madrid).+ info
Pabellón santa Teresa para Enfermos Mentales en el sanatorio santa Isabel de Leganés (Madrid). - ABC
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Hasta muy avanzado el siglo XX, el tratamiento para los enfermos mentales, fueran víctimas de una depresión, de un síndrome bipolar o de una esquizofrenia, era el mismo: alejarlos de la sociedad de manera indefinida. Con el paso de las décadas llegaron las terapias de electroshock y las lobotomías, y mucho después, los medicamentos, pero hasta entonces la única terapia se limitaba a dejarlos morir lentamente sin que pudieran hacerse daño a sí mismos o a los demás.

En los llamados manicomios los pacientes permanecían recluidos en condiciones penosas durante largas temporadas e incluso de por vida. Uno de los centros más criticados por su mal trato en España fue el Manicomio de Ciempozuelos, del que el diario ABC hablaba el 5 de enero de 1904 sobre «la triste e insostenible situación por la que atraviesa por la falta de recursos con que hacer frente a sus sagradas necesidades, y a la actitud justificada del personal del benéfico establecimiento que se ve imposibilitado de cumplir su humanitaria misión por falta de medios para ello».

San Juan de Dios de Ciempozuelos es hoy un centro de atención psiquiátrica integral que fue fundado en 1876 en la localidad madrileña por San Benito Menni, hermano perteneciente a la Orden Hospitalaria de San Juan de Dios. El centro nació con vocación de ser pionero en sus actuaciones y, probablemente por su origen religioso, fue objeto de un incansable campaña en contra. ABC realizó en febrero de 1931 una visita al centro, entonces regido por el famoso psiquiatra Antonio Vallejo Nájera, para descubrir que buena parte de las acusaciones eran infundadas.

Conducción de pacientes desde el hospital general a la estación del Mediodía para ir al centro de Ciempozuelo.+ info
Conducción de pacientes desde el hospital general a la estación del Mediodía para ir al centro de Ciempozuelo. - ABC

El director del manicomio defendió que la prensa amarillista había usado todo tipo de falsedades y hasta fotografías de otros centros para atacar a esta institución, que contaba con diecinueve médicos, muy por encima de la media de los manicomios españoles, y con la mejor tecnología del periodo. «Llegamos al Manicomio, y sale a recibirnos el enfermero mayor, fray Pío, hombre inteligentísimo. Y comenzamos la visita, después de despedirnos de los compañeros, que marchan a sus departamentos y que luego encontraremos», inicia su crónica en ABC el doctor Fernán Pérez.

Las instalaciones contaban con quirófano propio, sala de rayos X, un departamento de enfermedades del pecho y un odontólogo encargado de revisar a diario la dentadura de los reclusos.

Manicomio de Santa Isabel en Leganes.+ info
Manicomio de Santa Isabel en Leganes.

Los tratamientos que usaba el centro eran la metalosalterapia, la autohemoterapia, la balneación en todas sus formas y la paludización, para el tratamiento de las parálisis generales progresivas. Esto era lo máximo que la ciencia psquiátrica podía hacer en esas fechas. En cuanto el enfermo se adaptaba a la vida en el centro pasaba al departamento de Tranquilos, en el que se comenzaba «la reeducación y tratamiento psicoterápico». Mediante los ejercicios de gimnasia sueca y pequeños trabajos manuales se evaluaba las aptitudes de cada paciente.

«Muchos de estos enfermos reciben el alta en este periodo, por encontrarse en condiciones de salir, siendo muchas las altas que se dan, y si no se dan más es porque precisamente son las familias las que no quieren sacar al enfermo. Los que tienen aptitud para el trabajo se les clasifica por grupos y van a los distintos talleres de zapatería, sastrería, ferretería, mecánica, imprenta, granja agrícola, avícola, etc.», explica el cronista de ABC sobre las terapias ocupacionales de las que el país tenía una larga tradición.

La referencia valenciana

España fue desde el siglo XV un país revolucionario en terapias y centros. Hacia 1409, se fundó en Valencia el primer centro psiquiátrico con una organización terapéutica a iniciativa del padre mercedario Juan Gilabert Jofré. Este fraile tomó esta decisión tras presenciar el maltrato que se le daba a un loco en una ciudad española. Según cuenta la tradición, iba a la catedral para predicar el sermón de cuaresma , cuando vio que la chusma perseguía y apedreaba a un enfermo mental. A continuación, se llevó al hombre herido a su convento para curarlo, y en el sermón clamó: «En la presente ciudad hay mucha buena obra pía y de gran caridad y apoyo por parte de los fieles. Pero falta una que es de gran necesidad, esto es un hospital o casa donde los pobres inocentes y furiosos fuesen acogidos».

Un grupo de comerciantes se ofreció al mercedario para secundar sus inquietudes tras escuchar el sermón, y así nació el primer manicomio del mundo para el que fray Juan Gilabert instituyó la advocación de Nuestra Señora de los Desamparados. Más tarde, el proyecto sería aprobado por el Papa Benedicto XIII y apadrinado por el Rey Martín I de Aragón. Jofré llegó a ser conocido en toda Europa por los métodos de tratamiento que usaba en este centro, que incluían la retirada de las ataduras a los dementes y el inicio de la laborterapia, las actividades de trabajo en las fincas agrícolas que se realizaba en los manicomios para mantener ocupada la mente de los pacientes.

El hospital provincial de Valencia después de sufrir algunos desperfectos en la Guerra Civil.+ info
El hospital provincial de Valencia después de sufrir algunos desperfectos en la Guerra Civil. - ABC

El manicomio de Valencia quedó destruido por un incendio en 1545, en el que perecieron 30 internos, pero fue reemplazado por un nuevo hospital que poseía un departamento especial para niños. ABC visitó también el remoto heredero de este centro, el hospital Provincial, que hacia 1912 era uno de los más avanzados del mundo. «Tiene Valencia muchas cosas buenas de las que mostrarse orgullosa: su huerta, su cielo, su clima, su lonja, su museo, su nuevo mercado... Y, desde luego, su hospital Provincial Éste, por múltiples razones: por su valor material, por su importancia clínica y por haber sido el primer manicomio de Europa, y quien dice de Europa dice del mundo», escribió Marciano Zurita en una visita realizada con el ilustre doctor López Trigo. En el centro ingresaban al año más de 5.000 enfermos, con más de 200.000 estancias.

La Ley General de Sanidad de 1986 marcó el punto final a la historia de los manicomios con el cierre de la gran mayoría de centros. La idea que impulsó esta medida es que los ingresos fueran permanentes y sin alejar a los pacientes de su familia y de sus allegados, lo que se conoce hoy como atención comunitaria. Como en el pasado, el cierre de los antiguos psiquiátricos convirtió a España en una referencia para países extrabjeros como Italia e Inglaterra, pero se quedó en el terreno de la indeterminación ante la falta de recursos para atender a la creciente población con problemas mentales que, si bien no requiere largas estancias, necesita más camas de las que están actualmente disponibles.

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