SOR ÚRSULA MICAELA

Sor Úrsula Micaela, fundadora del convento de las Capuchinas de Alicante, yace incorrupta desde su muerte allá por 1703

SOR Úrsula Micaela, fundadora del convento de las Capuchinas de Alicante, yace incorrupta desde su muerte allá por 1703. Desde entonces se cuentan por miles los devotos de esta monja que reposa impertérrita dentro de una urna de cristal. Abrumados por el buen estado de conservación del cuerpo, las leyendas místicas en torno a la religiosa no han cejado a lo largo de más de tres siglos.

A pesar del asombroso proceso de momificación natural, el cuerpo de sor Úrsula Micaela no había pasado todavía por el tamiz del método científico. En un libro publicado por la Universidad de Alicante, el médico Fernando Rodes firma el primer estudio antropológico forense de la momia y achaca el proceso natural de amojamamiento a la falta de agua y nutrición durante los últimos años de su vida.

Leo con detenimiento la información que da cuenta del traslado del cuerpo de sor Úrsula Micaela al Hospital General de Alicante, donde en febrero de 2009 se le practicó el examen forense cuyo resultado sustenta científicamente algunos relatos de la vida de la hermana Clarisa Capuchina. Entre otros, el trabajo de Rodes certifica las profanaciones sufridas por el cadáver, cuyo cuerpo incorrupto habría sido arrastrado por las calles de Alicante al menos en dos ocasiones. La primera, a manos de los ingleses durante la Guerra de Sucesión; la segunda, durante la quema de conventos el 11 de mayo de 1931 por parte de exaltados republicanos. Rodes corrobora las peripecias de esta monja amojamada, de poco más de metro cuarenta, al observar dos zonas claramente más desgastadas en su cuerpo.

Decía Francisco de Quevedo que «hay muchas cosas que, pareciendo que existen y tienen ser, ya no son nada, sino un vocablo y una figura». Pese a sacrilegios, fogatas y profanaciones, sor Úrsula Micaela sigue yacente en el convento de las Clarisas Capuchinas a la espera de una canonización que ahora cuenta con un estudio biográfico-forense, ya remitido al Vaticano, con el que apoyar el proceso.