Cegados por el poder

El fantasma de la inigualable Leire Pajín se me acaba de aparecer tras la moción de censura en Ponferrada. Todos recordarán que tanto ella como su madre fueron actrices principales de uno de los escándalos políticos más mediáticos de nuestro país, ejecutado sin pudor alguno en el Ayuntamiento de Benidorm. Un dèja vu muy español al más puro estilo berlanguiano.

Los principales personajes de esta trama han sido en ambas localidades un alcalde que deja de pertenecer al PSOE de la noche a la mañana, un secretario general y un secretario de Organización. En la capital de la comarca de El Bierzo el papel más destacado en los títulos de crédito lo han interpretado pésimamente Samuel Folgueral, Alfredo Pérez Rubalcaba y Óscar López, respectivamente, mientras que en la capital turística de la Costa Blanca los protagonistas de la fechoría han sido Agustín Navarro, Jorge Alarte y Leire Pajín. Además, no podían faltar en estas películas de Serie B los grandes actores secundarios, un concejal condenado por acoso sexual de Ponferrada, Ismael Álvarez, y un tránsfuga del PP de Alicante, José Bañuls.

Una vez consumado el delito, el PSOE ya gobierna con mando en plaza en la localidad leonesa -perdón-, qué error, que ya se han dado de baja del partido y ahora son ¿independientes? Me aseguran fuentes de toda solvencia que las más importantes casas de apuestas ya están haciendo números para pronosticar el regreso de estos ediles a la cuna socialista en las próximas elecciones.

El papelón más destacado en estos dos trepidantes telefilmes ha sido el de Óscar López, número tres del PSOE, que ha estado a punto de dejar de ser actor principal debido a quedarse cegado por querer sacar a Ismael Álvarez -actor secundario de la política-. López, antes de quedar cegado por acabar políticamente con un condenado por acoso, fue el instigador y el artífice de la moción de censura en Ponferrada, aunque reitera hasta la muerte que su jefe de filas, Rubalcaba, no tenía constancia de su burda manipulación. En definitiva, el PSOE ha dejado de existir en la localidad leonesa hasta que las aguas vuelvan a su cauce y les entreguen los carnets de afiliadoss a los ediles díscolos. Al más puro estilo Benidorm.