Pedro Castro, exalcalde de Getafe: «En el PSM somos menos y más cabreados»

Huele a chamusquina en el Partido Socialista de Madrid (PSM). El s ector crítico, reclama a su lider , Tomás Gómez, un «proyecto ilusionante» para medirse con el nuevo presidente regional, Ignacio González. El exalcalde de Getafe, Pedro Castro , que encabeza a los críticos socialistas, es muy claro: «Somos menos y más cabreados. Esto parece una jaula de grillos. Madrid es una de las veinte ciudades más importantes de Europa. Eso, Tomás Gómez, no lo tiene que olvidar».

En el último Comité Regional del PSM, celebrado a mediados de septiembre, Castro (28 años al frente del Consistorio getafense), dió un tirón de orejas a su secretario general : apremia a Tomás Gómez a que baje a la arena madrileña y se acerque más a los ciudadanos.

«En el caso de Esperanza Aguirre _añade Castro_, coincidió un buen programa con ella, que es un monstruo de la política. La situación no tiene que ver con las personas. ¿Con Ignacio González será más fácil la oposición? ¿Podremos ganar en 2015? Insisto: depende de un buen proyecto y de conectar con los ciudadanos. A los madrileños les importan tres narices en enfrentamiento de Tomás Gómez con Rubalcaba».

Otra socialista del sector crítico madrileño, Pilar Sánchez-Acera, está convencida de que para lograr buenos resultados «el PSM tiene que hacer una oposición fuerte y efectiva . Y madrileña, por descontado». Sánchez-Acera, afín a Rubalcaba, fue la única que, en marzo de 2011, disputó a Gómez la Secretaría General del Partido Socialista de Madrid.

Matilde Fernández, exministra de Asuntos Sociales en el primer Gobierno de Felipe González y ahora diputada regional, considera que hay muchas maneras de hacer oposición y que siempre tiene que haber «reciprocidad» . «Es dura _comenta_ cuando no se respeta al adversario».

En cuando a la figura del nuevo presidente regional, Matilde Fernández asegura que «tiene fama de duro. Pero eso siempre es más fácil cuando se es el número dos».

José Cepeda, otro crítico de Gómez, ha advertido que los socialista deberían dejar de mirarse al ombligo, de «ensimismarse» . Es lo que él llama «efecto submarino».

Por último, Rafael Gómez Montoya, exalcalde de Leganés, también nos ha dejado una frase lapidaria: «Yo estoy más de acuerdo con Tomás Gómez cuando habla de Madrid que cuando habla de Rucalbaba».