Kate Hudson: «Siendo actriz, corres el riesgo de volverte loca»
La actriz norteamericana coprotagoniza 'El fundamentalista reacio', la película de apertura de la Mostra de Venecia 2012

Los 30 grados de calor que marcan los termómetros a la orilla de la laguna veneciana, sumados a la altísima humedad de la isla de Lido, explican que Kate Hudson no haya dejado de refrescarse las manos y el cuello con un botecito de agua perfumada durante toda la jornada promocional de «El fundamentalista reacio». Esta actriz norteamericana de 33 años, que fue candidata al Oscar por «Casi famosos», coprotagoniza la película que ha abierto la Mostra de Venecia 2012. Es un honor reservado a pocos cineastas que este año ha recaído en la directora india Mira Nair. Hudson habla de ella con devoción, y muestra una franca sonrisa cuando se le recuerda dónde está... y a qué ha venido...
—¿Qué pensó cuando recibió la llamada de Mira Nair para venir a Venecia, nada menos que para abrir el festival?
—Me puse contentísima, especialmente por Mira, porque esta película es su bebé. Ha trabajado muy duro para sacarla adelante, y es un verdadero proyecto de amor para ella. Y en cuanto a mí, pensé... ¡qué honor estar en este proyecto! Es increíble, sobre todo después de las cintas que han abierto la Mostra en los últimos años. Cuando nos enteramos, ninguno de nosotros había visto la película, así que pensé: ¡vaya, debe de ser buena!
—Pero ¿qué tipo de directora es Mira? ¿Cuánto decide ella y cuánto deciden los actores?
—Mira sabe lo que quiere. Es una comunicadora increíble y se expresa de una manera deliciosa, utilizando adjetivos que te parece no haber oído nunca antes. A veces es como trabajar con una poetisa. Pero lo fantástico es que realmente te permite sentir por ti misma, y llegar al personaje por tus propios medios. El rodaje estuvo más centrado en lo que sentíamos... que en lo que ella quería hacer con su película.
—«El fundamentalista reacio» ataca los prejuicios que han existido entre Oriente Medio y Occidente desde los atentados del 11-S. ¿Esto sigue siendo así?
—¿Que si hay prejuicios en Estados Unidos? ¡Hay prejuicios en todas partes! Es un problema en todo el mundo...
—Por cierto, ¿recuerda dónde vivió los atentados?
—Claro, creo que todo el mundo se acuerda de dónde estaba el 11 de septiembre. Yo estaba viviendo en Nueva York pero había ido a visitar a mi familia, a Los Ángeles. Me enteré nada más despertar, me llamaron por teléfono muy temprano. Encendí la televisión y tuve la misma experiencia que tuvo mucha gente: la confusión, el miedo, el no saber qué estaba pasando...
—Volvamos a la película. Para rodarla sufrió una transformación física bastante evidente. Lo más chocante, el color de su pelo.
—Siempre es divertido cambiar, me encanta. Cambiar mi pelo de rubio a moreno fue una decisión muy especial, porque Mira no quería que fuera un estereotipo de la chica americana, la típica rubia. Es curioso, porque cuando haces películas muy comerciales todo el mundo tiene algo que decir sobre el look de tu personaje... pero cuando trabajas en películas como esta... nadie te dice lo que tienes que hacer. Es muy liberador.
—También aparece en pantalla con un físico distinto al que vemos ahora. Acababa de ser madre y amamantaba a su bebé durante el rodaje, ¿no?
—Fue un poco loco, porque mi hijo Ben tenía solo ocho semanas... y yo todavía me estaba recuperando. Emocional, hormonal y físicamente. Pero es que realmente quería rodar con Mira, y ella me hizo sentir muy segura... porque son unos momentos muy vulnerables para una mujer. Sabía que iba a ser un rodaje muy inestable. Había escenas en la película en las que tenía que llorar y lo hacía con muchísima facilidad, justo después de dar el pecho a mi hijo. Estaba muy «hormonal».
—De eso trata el oficio, ¿no? De sacar las emociones...
—Sí, a la hora de la verdad... somos actores. Buscamos lo que nos intriga, lo que nos reta. Todo el tiempo escucho a las actrices dramáticas decir que quieren hacer una comedia, y a las cómicas decir lo contrario... ¡Somos actrices! Si eliges ser actor estás corriendo un riesgo tremendo en tu vida, porque entras en un mundo muy tumultuoso. Corres el riesgo de volverte un poco loco, o disfuncional. ¡Es una durísima decisión!
—¿Entendería que sus hijos fuesen actores? Usted también se crió en un set de rodaje junto a sus padres, Goldie Hawn y Bill Hudson...
—Sí, crecí en un set, pero mis padres nos ponían a trabajar durante los rodajes. No podíamos andar por ahí curioseando mucho tiempo. Siempre estaba con los cámaras, en el guardarropa... Fue una gran experiencia ver a mis padres trabajar en lo que les gustaba. Si mis hijos aman lo que hacen, respetaré lo que hagan. Les apoyaría en lo que fuera. Ryder, mi hijo mayor, quiere ser científico. Todo requiere un cierto nivel de dedicación, y eso es lo que me haría estar orgullosa de mis hijos, que se dedicaran en cuerpo y alma a lo que quisieran.
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