Sin candidatos

El gran beneficiario del adelanto electoral se llama Manuel «Pachi» Vázquez . Al hombre que le tocó lidiar con la travesía en el desierto del PSdeG se le saltaban las lagrimas ayer cuando desde la Xunta se lanzaba una madrugadora convocatoria de rueda de prensa tras Consello Extraordinario.

Imagino al candidatable socialista saliendo de su mansión por primera vez seguro de que pocas carambolas podrían ya hacerle cabeza de cartel , sin riesgo para brazos y piernas de los demás aspirantes .

Vázquez no es un candidato a la altura de las circunstancias , y eso lo saben en su partido, que además de dedicarse desde norte y sur a hacerle la puñeta, han venido estos meses dándolo por amortizado.

El PSOE de Galicia quería una falsa regeneración , basada fundamentalmente en presentar ante el electorado una cara conocida, sin importar las ideas o las imputaciones pendientes. Les ha salido mal. Tan mal, que lo que antes eran unas primarias a cara de perro, se va a transformar en una designación a dedo que, como mínimo, disgustará al 33 por ciento de los militantes socialistas.

Pase lo que pase, el PSdeG se presenta a estas elecciones con una suerte de fraude interno . Van a pedir el voto para alguien a quien ni ellos mismos votarían.

Lo del BNG es un misterio . Años atrás, cuando la coalición despuntó en las urnas, nutria sus apoyos desde varios y dispares electores. Aquí uno de Betanzos que le parecía bien aquello de que un partido sacase pecho del herido orgullo gallego, allá uno de Muxía que reivindicaba la independencia de Galicia basándose en la certeza de una historia propia ajena a España y un tercer desencantado que le hacia gracia el zapato de Beiras... La absoluta escisión parece abocar al nacionalismo a un montón de votos inútiles. Jorquera no es mucho más que un ruidoso diputado al que por estos lares conocen los cuatro que hacen periódicos y los tres que los leen.

Feijóo es sin dudas el más solvente de los candidatos. Una legislatura sin escándalos y un partido (había partido, lo había) que es nuevo pero es el de siempre son argumentos de sobra para renovar la presidencia. Queda por ver cuánto voto se queda en el camino como pataleo ante la Moncloa, pero e l próximo presidente de la Xunta no parece que vaya a llamarse Vázquez, Jorquera, Beiras o Conde, Mario .