El Café Gijón se salva
El mítico local mantendrá su terraza 25 años más tras la renuncia del adjudicatario del concurso

El Café Gijón se queda con su terraza. Tras meses de incertidumbre, de rumores, de inquietud y hasta de un concurso resuelto a favor de otra empresa, al final el destino ha querido que la terraza situada frente al histórico café, en el paseo de Recoletos, siga siendo gestionada por los mismos que la tienen ahora. Y así será por los próximos 75 años .
La odisea de la terraza del Gijón comenzó el pasado mes de marzo, cuando ABC (24-III-2012) daba cuenta de la noticia: el Ayuntamiento sacaba a concurso la terraza, y había un segundo postor que proponía un canon que doblaba largamente el propuesto por los propietarios del Gijón.
Todo apuntaba a que la razón económica se impondría , y el Ayuntamiento adjudicaría la gestión de la terraza a este segundo grupo, Entre Santa Engracia S. L. Una posibilidad que preocupaba, y mucho, a los actuales propietarios del Gijón, convencidos de que si perdían la terraza, tendrían que cerrar, ya que esta instalación supone, según sus cálculos, el 70 por ciento de sus ganancias.
El canon más alto
A finales de julio, el concurso se resolvió a favor de esta empresa, y su oferta de pagar un canon anual de 144.000 euros al Ayuntamiento por la explotación de la terraza situada frente al Café Gijón.
Pero la sorpresa ha saltado poco después: el 6 de agosto, cuando la empresa Entre Santa Engracia S. L. envió un escrito al Ayuntamiento en el que renunciaba a la concesión . Alegaba dos tipos de argumentos. Por un lado, la crisis económica, los problemas para encontrar financiación bancaria y la pésima coyuntura actual, que les hicieron replantearse la oferta que habían propuesto a comienzos de este año.
Además, daban una segunda batería de motivos: la preocupación que les despertó que los diputados de la Asamblea de Madrid manifestaran su voluntad de convertir el café en Bien de Interés Cultural, junto con las numerosas informaciones aparecidas en medios de comunicación donde empleados del Café histórico y clientes habituales vinculados al mundo de la literatura abogaban por la continuidad de la marca.
Todo ello les ha llevado a retirar la oferta. Ante lo cual, el Ayuntamiento propuso como adjudicataria a la segunda —y ahora única— oferta: la presentada por la empresa que explota el Café Gijón. Por un canon de 70.000 euros al año .
Alza temeraria
En el Ayuntamiento confirmaron la renuncia del adjudicatario, en lo que parece haber sido lo que administrativamente se conoce como un «alza temeraria»:una oferta tal alta que se sabe imposible de cumplir. Los actuales pliegos de condiciones no impiden este tipo de prácticas. Consultados sobre si la renuncia lleva aparejada alguna sanción para la empresa que se presentó, fuentes administrativas negaron tal posibilidad. Únicamente, explicaron, la firma presentará la garantía provisional con la que se presentó: 12.000 euros.
La terraza del Gijón no es propiedad del establecimiento, sino una concesión administrativa: es un kiosco de dominio público . Durante los últimos años, ha sido explotada por los mismos dueños del tradicional café literario madrileño. Pero la concesión se acabó y el Ayuntamiento sacó a concurso la renovación, con un canon de salida de 65.000 euros, tal y como marca la ley, una vez actualizados los precios con arreglo a los valores catastrales actuales.
Pese a las voces pidiendo una protección especial para el café, y la continuidad de su terraza, el Gobierno local recordaba que era ilegal hacer una adjudicación directa y «saltarse» el pliego de condiciones, que daba a la oferta económica un peso del 70 por ciento. Finalmente, tras la renuncia, el Gijón será el concesionario por los próximos 25 años, prorrogables a 75. Atrás quedan meses de lucha en varios frentes. Especialmente, el mediático: han sido muchos los escritores y artistas , clientes habituales del café, que se han manifestado en contra de su posible cierre . Los actuales gestores del local dejaron claro que la pérdida de la terraza podría suponerles tener que echar el cerrojo.
Protesta literaria
El mundo literario se puso en marcha para reivindicar la continuidad de «su» café. Y también el político: fueron muchas las voces en contra de que el Gijón perdiera su terraza, y más aun contra su posible cierre, dado su carácter emblemático y su peso histórico en el Madrid del último siglo.
El Partido Socialista también entró en el asunto, y su líder, Tomás Gómez, tras reunirse con los propietarios del café, propuso que fuera declarado Bien de Interés Cultural, para otorgarle la máxima protección posible. Algo que finalmente votó y aprobó, por unanimidad, la Asamblea de Madrid. El Gobierno municipal no tenía más salida que seguir adelante con el concurso: habría sido ilegal resolverlo por adjudicación directa. La firma que lo ganó había ofrecido más del doble de la cifra de salida del concurso:144.000 euros, frente a los 65.000 con que se abrió la subasta, y los 70.000 que proponía el Café Gijón.
Finalmente, la mayor oferta ha resultado ser demasiado alta para llevarla a la práctica. Y el Gijón se quedará como hasta ahora, como ha estado los últimos 124 años.
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