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Cuando los juguetes dejan de ser divertidos para ser «peligrosos»

Cientos de juguetes son notificados por el sistema europeo de alertas de consumo como «potencialmente peligrosos» por no superar los controles de seguridad y salud mínimos

judith salmerón Morán

Con la llegada del verano, las ventas de juguetes y productos de ocio para que los más pequeños disfruten de sus ansiadas vacaciones se disparan. Sin embargo, pueden causar disgustos innecesarios si resultan no ser adecuados . Son millones de juguetes los que se han fabricado, vendido y usado por niños en países como España sin que cumplieran los mínimos controles de seguridad .

En estos meses de playa, sol y piscina, son los padres los que deben hacer los deberes. Es conveniente que se preste especial atención a los juguetes acuáticos y flotadores , cuya compra debe hacerse con los mismos estándares de calidad y seguridad exigidos como cuando se adquiere otro producto. El uso de pintura con componentes potencialmente tóxicos, un ensamblaje defectuoso o materiales poco resistentes al peso y agua, suponen riesgos evidentes para los niños.

A pesar de que los distribuidores y comerciantes están obligados a servir productos seguros, son muchos los peligros que se presentan a la hora de su utilización, como ahogamiento, asfixia, intoxicación, estrangulamiento y lesiones o heridas producidas por bordes cortantes.

España es el segundo país con más alertas

Entre estos juguetes, procedentes de distintos países , destacan los flotadores de asiento, manguitos, chalecos «salvavidas», juguetes de plástico para la playa («el universal cubo y pala»), colchonetas, pelotas y pequeñas piscinas para bebés. Pero la lista no se reduce solamente a artículos de ocio . Los conjuntos de ropa infantiles, chanclas y gafas de sol, también lideran el «ranking» de productos peligrosos del verano. Estos últimos contienen en ocasiones, adornos de plástico que se desprenden con facilidad, dando lugar a la formación de piezas pequeñas que pueden provocar asfixia o lesiones diversas en los niños.

El sistema europeo de alertas de Consumo detectó 2.428 productos potencialmente peligrosos en 2011 donde los juguetes son los productos más notificados en el conjunto del sistema, llegando a representar el 24, 22% , seguido por la ropa y calzado infantil con el 19,48% . Del total de las notificaciones, España ha sido el segundo país que ha incorporado más alertas al sistema el año pasado, tan sólo por detrás de Bulgaria.

La asociación FACUA-Consumidores en Acción ya denunció en 2008 la venta de juguetes «peligrosos», muchos con forma de animales, que multiplican su tamaño hasta un 600 por ciento al contacto con el agua , por lo que solicitó a Consumo que los retirase ante el «riesgo de asfixia o lesiones gastrointestinales» en caso de que un niño ingiriese un trozo.

Según el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad , en lo que va de año, 467 productos (más de la mitad procendentes de China) han sido notificados por el Instituto Nacional del Consumo , de los cuales, un 40% son juguetes.

Una vez que se informa a la Red de Alerta de Productos de Consumo sobre la existencia de un artículo con limitadas medidas de seguridad, se retira o se prohíbe de comercialización.

Recomendaciones para los consumidores

Tal y como se indica en la « Guía para un verano saludable y con garantías », publicada por el Ayuntamiento de Madrid , se recomienda que los padres observen la presentación del producto, etiquetado e instrucciones de uso antes de llevárselo a casa con sus hijos.

En primer lugar, deben estar etiquetados en castellano , junto con las advertencias y las indicaciones de uso y manejo. En segundo lugar, aquellos destinados a utilizarse en el agua deberán llevar la advertencia de «Utilizar sólo en agua donde el niño pueda permanecer de pie y bajo vigilancia de un adulto». Por último, en el caso de los juguetes, la falta de marcado CE (de Conformidad Europea) indica que el artículo no cuenta con las suficientes garantías de seguridad. Además, siempre hay que tener en cuenta la edad y el nivel de madurez del niño.

Por supuesto, los derechos de los consumidores no se van de vacaciones. En el caso de que el usuario quede insatisfecho con alguna de sus compras, puede dirigirse a las Oficinas Municipales de Información al Consumidor (OMICs) o a las distintas asociaciones de consumidores y usuarios. Para ello, siempre es necesario guardar todas las facturas del producto para que el reclamo se lleve a cabo con absoluta garantía . Aun así, no hay que olvidar que el mejor juguete que se puede regalar a un niño, es el tiempo de sus padres.

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