estrellas españolas
David Cal, navegando hacia la leyenda
El piragüista afronta sus cuartos Juegos Olímpicos
Parece mentira, viéndole ahora, que la primera imagen que el entrenador de David Cal tuvo de su pupilo fuera la de un chaval regordete y bajito. Así al menos lo recuerda Suso Morlán cuando le subió por primera vez a una canoa con ocho años. Hoy, a punto de cumplir los 30 y tras una vida entera dedicada al piragüismo, el pontevedrés es un «mocetón del norte» que aspira a lograr en Londres su quinta medalla olímpica.
Cal, nacido en Cangas de Morrazo el 10 de octubre de 1982, afronta los que serán sus cuartos Juegos. Estuvo en Sidney 2000 con apenas 18 años, aunque acudió como reserva y no llegó a subirse a la canoa. Su explosión fue en Atenas 2004 , un año después de lograr su primera medalla en unos Mundiales. Cal se llevó de la capital griega sus dos primeros metales olímpicos: el oro en el C1 1000 metros y la plata en C1 500. Su proeza le convirtió en un personaje de fama, y entre otros muchos reconocimientos le llevó a ser el abanderado de los deportistas españoles en los siguientes Juegos, los de Pekín 2008. Cal brilló con luz propia en la ceremonia de inauguración y volvió a hacerlo sobre las aguas de la capital china. El gallego conquistó dos nuevas medallas de plata (C1 500 y C1 1000), una proeza que le convirtió en el español más laureado en la historia de los Juegos.
Para redondear su palmarés, David Cal está decidido a lograr en Londres la quinta medalla, Para ello ha seguido un riguroso plan de entrenamiento desde el pasado mes de octubre. Se ha recluido en la localidad orensana de Cervo, alejado del mundanal ruido, y sus días transcurren dando paladas por las aguas del embalse del Río Covo. Es un sitio idílico que además reúne unas condiciones muy similares a las que se encontrará en Londres. En la capital inglesa solo luchará por un metal, por lo que su preparación ha sido muy específica. El programa olímpico ha suprimido la prueba de 500 metros, y la nueva, los 200 metros, le implicaba al pontevedrés un cambio demasiado drástico en su calendario de entrenamientos.
David Cal, por tanto, se ha centrado en el C1 1000 , una prueba en la que ya ha saboreado el éxito y en donde se siente realmente cómodo. Al margen de los rivales, lo que más preocupa al gallego es el viento que azotará el canal de Eton Dorney , escenario de la competición de aguas tranquilas.
Fuera del piragüismo, David Cal pasa por ser un chaval tranquilo, de costumbres sencillas y poco amigo de los focos. Le apasionan el surf y el esquí, y no se pierde una competición de motor. Ejerce de gallego con entusiasmo, y también le picó el gusanillo de la política. Cal fue en la lista del Partido Popular al Ayuntamiento de Pontevedra. Salió elegido, pero no llegó a recoger el acta de concejal al no conseguir su grupo la mayoría absoluta.
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