Cortina de humo

Responsables de la Confederación Hidrográfica del Tajo (CHT), de una manera rápida y hasta fulminante, ya han resuelto el problema medioambiental de la muerte por asfixia de miles de barbos y carpas en las aguas del río a su paso por Toledo.

La culpa es de un colector municipal de la ciudad, que fue arreglado el año pasado, aunque dispone de fugas por donde se escapan aguas residuales y pluviales, según la CHT, agregando que las fugas pueden considerarse de accidentales, al no retirar en su momento unos materiales de cuando se llevaron a cabo las obras.

Por su parte, el Ayuntamiento se defiende acusando a la Confederación de «recurrir a una invención para no asumir sus responsabilidades», desviando además la atención con una cortina de humo.

Para los ejecutivos de la CHT, nada tiene que ver con el desaguisado fluvial la disminución de caudales por los constantes trasvases de las cabeceras del río Tajo a los frutales de Levante, -el tema ni se lo quieren imaginar-; y tampoco comentan ni mu respecto a las depuradoras de las aguas residuales de Madrid. Ellos lo tienen muy claro: un solo colector toledano y manera accidental produce la muerte por asfixia de los peces, y punto final, porque no pueden soportar tanta desconfianza hacia sus encomiable gestión.

Y muchos se preguntan: ¿Quiénes forman la CHT? ¿Cómo son nombrados? ¿Cuánto dinero reciben del erario público? Convendría, pues, que se clarifiquen estos interrogantes, dado que en tiempo de crisis económica es imprescindible conocer quién es quién dentro de los estamentos públicos, cuáles son los objetivos de las siglas que los mantienen, y el por qué de que se sientan dueños y señores, en el caso que comentamos, de los destinos de río Tajo y del caudal de los embalses de Entrepeñas y Buendías.

Por lo pronto, el Ayuntamiento se ha dirigido al Ministerio de Agricultura y Medio Ambiente solicitando una explicación seria a la escabechina de peces, y el partido Izquierda Unida ha presentado un escrito a la Fiscalía para investigue. Esperamos que la respuesta a la incógnita se resuelva con la misma rapidez que ha tenido la CHT para encontrar el motivo de la mortandaz de los peces.

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