El buen vino, la otra obra de Rafael Moneo

El arte es «una manifestación de la actividad humana mediante la cual se expresa una visión personal y desinteresada que interpreta lo real o imaginado con recursos plásticos, lingüísticos o sonoros». Se podría ir más allá de la línea trazada por la Real Academia , pero la confluencia entre lo real e imaginario, en este caso, se produce en el municipio de Olmedo. Entre horizontes de viñedos. Y entre esos viñedos, anónimo, pasea Rafael Moneo , un hombre que ha hecho del arte un sentimiento cotidiano.

Y ese hombre prueba sus propios vinos. Y desea un deseo. Un entorno bello. Un paisaje que le permitiera esconder todos los pecados. Un sueño. Que la madre siempre fuese madre y sus hijas, esbeltas. Y que madre e hijas fuesen viña y vinos. Todo transcurre así, pero ¡ay! la naturaleza. Añadas que se retuercen feas hasta decir basta. Hasta que regresa, hoy, la belleza.

Y ese hombre puede, por fin, abandonar el anonimato. Mostrar orgulloso su otra obra. Esa que se escribe desde el corazón y se pinta con la imaginación. Dos vinos, Las Cercas y Las Norias, su pasión. La Mejorada , su bodega. Rafael Moneo es la arquitectura hecha arte . Y a través de la cata de sus nuevos vinos se adivina una obra semejante. Así será. Así sea.