La Xunta dotará de competencias al área metropolitana de Vigo a principios de 2013
Carlos Príncipe acusa a Caballero de mentir sobre el reparto de poder en el ente supramunicipal y de llevar «el peronismo» a la política viguesa
El conselleiro de Presidencia, Alfonso Rueda, resolvió ayer una de las cuestiones que mayores críticas desataron en el seno de socialistas y nacionalistas. El Área Metropolitana de Vigo no solo contará con las competencias municipales que se le presumen como ente supramunicipal sino que será dotada con transferencias autonómicas. Así lo avanzaba ayer el representante gallego, quien clamó para que «los personalismos no acaben con un gran proyecto» cuya efectividad podría empezar a verse en 2013.
Así, será a partir del primer semestre del próximo año cuando el Gobierno autonómico ceda a favor del área responsabilidades en materias relativas a la promoción de empleo, servicios sociales o cultura. De este modo, Rueda desmonta una de las principales teorías de los grupos de la oposición y del gobierno socialista de Vigo para justificar su negativa a aceptar el diseño del PP.
Durante su intervención en un acto organizado por Nueva Economía Fórum, recriminó al regidor olívico, Abel Caballero, quien ya avanzó que recurriría a todos los mecanismos a su alcance para impedir su constitución, que se dedique a «poner obstáculos». Una actitud que, tal y como reconoció Rueda, podría poner a este ente en «una situación muy complicada».
No es el único que durante estos días se ha dedicado a poner palos en la rueda. Conocidos los múltiples desencuentros entre Caballero y el secretario general de los socialistas gallegos, Manuel «Pachi» Vázquez, la polémica suscitada en torno al área metropolitana arrojaba el pasado martes una estampa inusual. La de ambos políticos haciendo frente común contra el proyecto.
Se mantiene el programa
Pese a todo, la Xunta mantiene las fechas anunciadas. El primer paso será por tanto la constitución de los órganos de gobierno —Asamblea Metropolitana y Junta de Gobierno—, así como la elección del presidente, extremo este último tampoco exento de polémica. A partir de ahí se tienen que aprobar, entre otros documentos, el proyecto de presupuestos y el plan cuatrienal de obras y servicios. Según los cálculos de la Administración gallega, estos órganos de gobierno deberían estar constituidos entre agosto y la primera quincena de septiembre y, en el último trimestre del año, se empezarían a constituir las comisiones mixtas que decidirán la transferencia de competencias de las distintas administraciones al área metropolitana. Eso sí, según el conselleiro, «si todo el mundo está por la labor».
En cuanto al poder de decisión de Vigo en el marco del área, otro tema muy discutido desde la aprobación de la ley en el Parlamento, precisó que «no puede tomarse sin la voluntad de los representantes de los Ayuntamientos que la integran, de acuerdo con su mayoría; y la ciudad la tiene». «El que entienda esto como una confrontación, es un grave error», significó, al tiempo que matizó que «no se trata de anexiones, ni imposiciones, ni de una lucha de nadie contra nadie».
Presentado por el exalcalde socialista de Vigo, Carlos Príncipe, la mezcla de siglas en el acto dio pie a que el sector oficial del PSOE en la ciudad arremetiese no solo contra la Xunta por la elección, sino también frente a uno de los miembros más destacados del sector crítico del partido en la ciudad. Lejos de alimentar la polémica, Rueda zanjó con que «un tema de tanta importancia debe trascender de personalismos y circunstancias políticas».
En clara sintonía con Rueda, Príncipe felicitó a la Xunta y al presidente Feijóo por haber aprobado una ley que Vigo demandaba desde hace tiempo, mientras que el bipartito «mareó la perdiz durante 4 años». Al respecto, criticó las «mentiras» de Caballero sobre esta ley, al que acusó de llevar el «peronismo a la política viguesa» y lamentó la actitud del «sindicato del “no”», de «no querer dialogar» y «aislar la ciudad». «Conselleiro, tú has cumplido, no te deprimas porque algunos mientan, no tienen razón», sentenció el exregidor, quien aclaró que la normativa es calcada a la de Barcelona con la salvedad de que en la Ciudad Condal «la votan por unanimidad».
Al que sigue sin convencer la norma es a Abel Caballero, quien mantiene que «Vigo juega en la liga de los primeros ayuntamientos de España y la Xunta quiere que juguemos la liga en otro ámbito».
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