Lambchop: «Esta banda no hubiera existido sin Vic Chesnutt»
El grupo liderado por Kurt Wagner llega a nuestro país para presentar «Mr M», su último disco, homenaje al artista fallecido
A Kurt Wagner ya no le duelen las rodillas, pero su corazón se resiente desde el fatídico 25 de diciembre de 2009. Aquel día de Navidad, con la brumosa melancolía que invade el ánimo por esas fechas, su amigo y compañero de fatigas artísticas Vic Chesnutt decidió quitarse la vida, hastiado de dolor tras llevar en silla de ruedas desde los 18 años (murió con 45).
El líder de Lambchop inició entonces un particular duelo emocional que terminó desembocando en un torrente creativo llamado «Mr M» , el álbum que la banda de Nashville publicó en febrero de este año y que estos días presenta en España .
«Vic me animó a empezar en esto de la música», cuenta Wagner con voz contundente al otro lado del hilo telefónico. «Cuando nos conocimos yo ni siquiera me dedicaba profesionalmente a esto , pero empezamos a colaborar, intercambiamos ideas y, de alguna manera hizo posible que Lambchop surgiera como banda. Nunca hubiera hecho música sin él. Su pérdida fue muy dolorosa y difícil de superar», afirma.
La madurez de una banda
Pero la vida siguió, Kurt Wagner dejó de poner parqués en los suelos de medio Tennessee (de ahí su dolencia en las rodillas y también su particular modo de tocar sentado) y Lambchop alcanzó la madurez definitiva como banda. «Es muy extraño, porque para mí, al principio, la música era solo una experiencia que compartía con mis amigos , pero ahora me doy cuenta de la capacidad de transformación que tiene en la gente».
Lo dice alguien cuyas letras son tan aparentemente descriptivas como evocadoramente poéticas. «La composición para mí es un misterio, no sé de dónde vienen las letras, pero surgen en mi cerebro y solo logro darles salida a través de las canciones», cuenta.
Y es que, como reconoce, «Lambchop no tiene un plan, no es nuestra intención ser irrelevantes, pero la única ambición es sacar el próximo disco , aunque resulte extraño en la actual industria musical». No debe sonar raro, entonces, que Kurt Wagner sea un apasionado de las grabaciones de los 70. «Es un sonido físico que tiene la cualidad de ser real, aunque no tengo nada en contra de la música moderna », sentencia.
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