El valedor internacional de la Ciudad de la Cultura
«Quiero devolver a la vida y al libro lo que la vida y el libro me dieron a mí». Éste era su lema y su guía en las últimas décadas y lo hizo realidad en su tierra
SALAMANCA
La ciudad de la Cultura, Salamanca y su provincia, perdieron ayer a su valedor más internacional. El marchamo de la cultura en carne propia, el defensor del libro por encima de todo, un visionario de los negocios y de la educación. La vida de Germán Sánchez Ruipérez expiraba ayer en Santo Domingo, pero no así su obra que quedará marcando el paso de generaciones sobre todo en el mundo rural y en su municipio natal: Peñaranda de Bracamonte.
«Quiero devolver a la vida y al libro lo que la vida y el libro me dieron a mí», era su lema, y su guía en las últimas décadas y lo hizo realidad en su tierra con la creación de tres de los estandartes de su fundación. Hombre de amplia formación y curtido en las lides que da la experiencia de haber trabajado y viajado por todo el mundo, quiso por ello que los pueblos de su niñez se convirtieran en referencia internacional en la aplicación de las nuevas tecnologías al desarrollo de los centros educativos de los pequeños municipios.
El 27 de octubre de 1981 nacía oficialmente la Fundación Germán Sánchez Ruipérez, centrada en el desarrollo de programas educativos y culturales y de la que partió el Centro Internacional del Libro Infantil y Juvenil de Salamanca. Un proyecto pionero que se ha especializado en el fomento de la lectura y la documentación en torno a niños y jóvenes. Desde Salamanca sus redes se expandieron a Peñaranda de Bracamonte. Allí a los vecinos y sus paisanos les ha dejado uno de los mejores legados que un hombre puede devolver a la tierra que le vio nacer a él y a sus antepasados. Peñaranda rezuma sabor a biblioteca y libro en cada una de sus plazas y calles, porque en este municipio la cultura tiene nombre propio a través de la sede de la fundación de la que estaba «muy pendiente» como él mismo declaró. Pero sus amplias miras le llevaron a posicionar a este municipio en el mapa internacional de las tecnologías con la creación del Centro Internacional de Tecnologías Avanzadas, que apuesta por aprovechar las oportunidades derivadas el nuevo entorno tecnológico para extender la alfabetización.
Así, Salamanca y Peñaranda han estado indisolublemente unidas a la trayectoria vital y profesional de aquel joven que salió de la pequeña librería Cervantes de la capital del Tormes, convertida hoy en una de las mejores de España, para lanzarse a la aventura editorial y lograr construir un imperio que ha extendido sus redes por Iberoamérica y Estados Unidos. En su última visita pública a Salamanca, el pasado septiembre para recibir la Medalla de Oro de la Provincia se mostraba orgulloso de sentirse «profeta en su tierra».
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