Audi A6 2.0 TDI, básico con ambición
ABC Motor prueba en esta ocasión el A6 de gasóleo más accesible. Se trata de una interesante propuesta para flotistas y como vehículo de empresa por su ajustado precio de partida y lo contenido del consumo. La contrapartida es un motor poco refinado que suena y vibra más de lo previsto, sobre todo en frío.
madrid Actualizado: GuardarCómodo, amplio (aunque el ocupante central trasero irá incómodo por la propia naturaleza del asiento), con buen maletero (si bien 16 litros menor que antes)… El nuevo A6 se perpetua como una excelente opción para acometer largos viajes, o bien para aquellos que por necesidades profesionales han de pasar mucho tiempo a bordo. Con dimensiones prácticamente idénticas a las de su antecesor, este rival natural de los BMW Serie 5, Infiniti M, Jaguar XF, Lexus GS, Mercedes-Benz Clase E, Saab 9-5 o Volvo S80se deja por el camino unos 20 kg frente a lo conocido en la anterior edición al aplicar en buena parte de su estructura aluminio, elemento que se conjuga con una aerodinámica mucho más vigilada (0,26 Cx).
ABC Motor ha tenido oportunidad de probarlo en su escalón diésel de acceso, un eficiente e impulsivo propulsor de cuatro cilindros y dos litros de capacidad, común a muchos otros modelos de la órbita V.A.G., que suma alimentación directa common rail y sobrealimentación variable, y que puede ir conectado a una caja de cambios manual de seis velocidades (con la última ligeramente alargada, de 53,6 km/h a 1.000 rpm, para aquilatar gasto y sonoridad de marcha), como en la unidad probada, o a otra auto secuencial Multitronic de ocho etapas (incremento de 2.340 euros), muy recomendable para aquellos que sobre todo lo usen en ciudad.
Este motor rinde 177 CV y un par límite abultado de 380 Nm (constante entre 1.750 y 2.500 rpm), y ofrece una respuesta generalde lo más convincente, aunque con matices. Está claro que empuja con decisión, sobre todo con el coche no muy cargado, pero también suena y vibra (sobre todo en frío) más de lo esperado en un modelo de semejante empaque. En términos absolutos, carece de la suavidad y del refinamiento del V6 TDI más accesible (desde 45.800 euros con 204 CV) en la gama, no mucho más rápido aunque a priori más adecuado si en la ecuación priman confort y lujo. La unidad pruebada presentaba, además, un peculiar «click» al pisar el pedal de embrague, y carente de mayor ornamentación interior que no fuese el tapizado de cuero en los asientos (desde 2.300 euros) resultaba incluso espartana (quizá demasiado funcional), pese a lo bien ensamblada que lucía y la calidad general de los materiales y revestimientos aplicados.
En todo caso, presume de un consumo muy aquilatado, que si bien no llega en la práctica a los 4,9 l/100 km (y 129 g/km) homologados por el fabricante en condiciones de circulación ideales, no se va muy por encima de 6 sin atender permanentemente a la presión sobre el acelerador o la relación insertada. Por cierto, en esta materia cuenta con el apoyo que brindan desde su dispositivo de parada y arranque automáticos de motor en semáforos y detenciones a los neumáticos de baja resistencia que calza y, por supuesto, los citados peso y favorable huella aerodinámica (a la que ayudan sus bajos parcialmente carenados) que lo caracterizan.
La dotación de serie es correcta, pero no demoledora. Desde luego no faltan llantas, ocho airbag, climatizador de doble zona (si se quiere de cuatro ambientes hay que pagar 775 euros más), radio-CD con mando remoto, cuatro elevalunas, cierre con telamando, arranque por botón (aunque la llave sea convencional y no de tipo inteligente), ajustes Efficiency, Comfort, Auto y Dynamics (priman más o menos la vivacidad del acelerador, la resistencia de la dirección…)
Más allá, de todo, pero en general caro: asistentes de mantenimiento de carril y obstáculos en los ángulos muertos (250 euros), faros bixenón (1.420 euros) o LED (3.280 euros), visión nocturna (2.385 euros), cámara de visión trasera (535 euros), vidrios laterales laminados (1.135 euros, insonorizan mejor el habitáculo), paquete estético S line (desde 1.980 euros), navegación (en un pack que sale por 3.350 euros)…
En marcha es cómodo, pero no a costa de una suspensión que consienta movimientos acusados de la carrocería cuando afloran las curvas. Es más, el coche se conduce con sorprendente facilidad pese a su notable envergadura, y aunque consiente abultados errores de conducción es comunicativo, también por lo acertado de la dirección (electromecánica) y lo progresivo de los frenos. Tampoco es mala la posición al volante, con un envolvente puesto y una elevada consola donde todo se sitúa y localiza con facilidad, donde no faltan huecos para depositar objetos cotidianos... y donde se termina teniendo la sensación de haberse acomodado a los mandos de un avión, a la vista de la multitud de botones y mandos alrededor.