Patrimonio de la Humanidad

HAN pasado ya veinticinco años —hay que ver cómo corre el tiempo— desde que la Unesco incorporó a Toledo como Ciudad Patrimonio de la Humanidad. Una mención internacional que vino a reconocer la categoría histórica y monumental de un enclave turístico de primera magnitud, por donde han pasado diferentes culturas que han sabido y podido vivir en comunidad y en hermandad en el transcurso de los años. Con excelente criterio, el Ayuntamiento toledano convoca a toda la vecindad para prestigir la fecha transcendental, programando diversos actos que ayudarán a mantener viva la proclamación, que significó todo un despegue espectacular para nuestras viviencias.

Mañana se iniciará el recordatorio con una denominada «Noche toledana», a través de la cual podemos incorporarnos a rutas teatralizadas, conciertos, acontecimientos musicales y de animación, que convergerán en una exposición en el museo de Santa Cruz, donde se mostrarán 25 piezas relativas a la historia de Toledo. Conviene no perderse el aniversario, que sirve para magnificar la restauración y rehabilitación llevada a cabo desde que entramos en la exclusiva nomenclatura de Ciudades Patrimonio de la Humanidad.