«Encuentro perfecto» entre los mellizos panda del Zoo de Madrid y su madre
Era la primera vez que los tres compartían espacio y juegos. De inmediato han empezado a correr y mordisquearse. En ocasiones, resultaba imposible saber quién era quién
![«Encuentro perfecto» entre los mellizos panda del Zoo de Madrid y su madre](https://s1.abcstatics.com/Media/201111/14/tres2--644x362.jpg)
Po y De De, las crías de oso panda gigante nacidas en el Zoo Aquarium de Madrid, se reunieron con su madre, por primera vez desde que nacieron, en la pradera exterior del Zoo el viernes.
A mediodía aparecía en la pradera Po y, poco después, salía su progenitora, Hua Zui Ba. Un minuto más tarde se les unió De De. «El encuentro ha sido perfecto», aseguran desde el Zoo: «Rápidamente han comenzado a jugar y a mordisquearse, creando en ocasiones posturas imposibles que casi no permitían saber quién era quién. A veces solo distinguíamos tres enormes bolas de pelo blanco y negro».
Durante largo rato los osos han correteado por la instalación, persiguiéndose unos a otros, subiendo y bajando de las plataformas de madera que hay en la misma, haciendo vivir a los visitantes que los contemplaban «momentos muy divertidos» y «algún sobresalto», por ejemplo, cuando Po o De De se caían al suelo desde los troncos que sujetan las plataformas .
Hua Zui Ba ha aceptado sin problemas el plan de crianza diseñado los cuidadores y técnicos del Zoo madrileño, ya que la hembra no podía hacerse cargo de ambas crías de forma natural. Los pequeños tuvieron que desarrollarse entre el regazo materno y una incubadora. Pero Hua Zui Ba, que desde el principio supo que tenía dos crías, aunque en ningún momento estuviesen los tres juntos, no recelaba cuando le cambiaban a una cría por otra para que las dos pudieran mamar.
Po y De De ya pesan 45 kilos , 300 veces más del peso con el que nacieron, y han pasado por todas las fases de su crecimiento con total normalidad. Su pelo se ha cubierto con las típicas manchas negras, son totalmente autónomos, han completado la dentición y han aprendido a comer bambú . Ahora solo les resta convivir con su madre.
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