Romina y Al Bano, escándalo a la italiana

En Italia ha sorprendido el último encontronazo de Romina Power (60 años) con su ex marido Al Bano Carrisi (68), por la dureza y agresividad de las acusaciones entrando en detalles sobre su mala relación con el cantante. No menos ha sorprendido que Romina haya removido el drama que atormenta a la familia desde hace 17 años: la desaparición de su hija Ylenia en Estados Unidos. Si hoy siguiera viva, tendría 41 años.

Una madre no pierde nunca la esperanza. Se comprende así que Romina Power mantenga la confianza en abrazar algún día a su hija. Siguiendo ese sueño, la cantante participó en «¿Quién lo ha visto?», una popular transmisión de la televisión alemana. «Sé que podría encontrarse en cualquier parte del mundo», dijo emocionada. «La meditación y la oración me dan fuerza para comenzar cada día de nuevo», confesó Romina. La hija de Tyrone Power rechaza con fuerza la tesis el suicidio, conclusión a la que llegó la policía norteamericana, tesis además aceptada por el marido. «No, es imposible. Mi hija no tenía ningún motivo para hacer tal cosa», aseguró Romina, quien apareció serena y en paz consigo misma.

En contraste con el sosiego que mostró para la televisión alemana, Power se desató en el programa «Sálvame», donde aseguró haber recibido «una patada» del cantante y «alguna que otra bofetada».

No se hizo esperar reacción de Al Bano, que comparte sus actuaciones en escenarios con la pasión por la agricultura, produciendo un vino reconocido en su tierra, en Cellino San Marco en la Apulia, al sur de Italia. Indignado, el cantante desmintió a diversos medios la versión de su ex mujer, a la que acusó de «mentirosa», rechazando las acusaciones de malos tratos, así como la reconstrucción que Romina Power hace de la desaparición de su hija. Al Bano aseguró no reconocer a su ex mujer. Afirma también el cantante que sólo puede entender esas declaraciones si Romina estuviera «mal de la cabeza», y lamenta el sufrimiento que ha causado a sus hijos, sorprendidos por tales declaraciones.

A pesar de que se conoce la vida agitada de Power, en Italia han sorprendido sobremanera sus últimas declaraciones. Muchos lectores han escrito en las ediciones online de algunas revistas y las califican de «sin sentido». Massimo Laganá, por ejemplo, escribe en «Oggi»: «He admirado siempre a Romina Power, pero ciertos trapos sucios no se airean después de doce años de divorcio, por respeto de los hijos y así misma». En muy parecidos términos se expresas otros lectores.

Al Bano confesó un día, haciendo balance de su matrimonio, que había pasado con Romina «veintiséis años de paraíso y cinco de infierno». Para el agricultor y cantante de Apulia, el infierno no ha terminado.