VW Touareg 3.0 V6 TDI, lujo y aptitud
ABC Motor ha probado el Touareg más accesible, el TDI de 204 CV/450 Nm, tan lujoso como capaz y, por cierto, no particularmente «sediento» pese a rebasar por mucho las dos toneladas en orden de marcha.
madrid Actualizado: GuardarCompetidor natural de todocaminos de talla como los Audi Q7, BMW X5, Mercedes-Benz ML o Volvo XC90, el Touareg de segunda generación fabricado por Volkswagen vuelve a ser un desarrollo conjunto con Porsche, que por su parte ofrece el Cayenne, lógicamente con diferencias de bulto en lo que a diseño y motorizaciones (más enérgicas y deportivas) refiere. Vaya por delante que frente a la competencia, y al margen del prestigio o la imagen de marca que cada cual pueda apreciar en unos y otros, es uno de los mejores SUV del momento.
Frente a su antecesor no supone un salto exponencial, pero sí una evolución lógica con grandes mejoras sobre todo en el terreno tecnológico.
Sigue siendo un vehículo grande (4,80 metros de largo), pero no «tremendo», y presume de una figura algo más musculosa y atlética, con la imagen frontal conocida de los Volkswagen más modernos. De puertas hacia dentro ofrece espacio de sobra para que cuatro ocupantes adultos viajan a sus anchas, e incluso para que un quinto se acomode sin mayor apuro, aunque lógicamente el diseño del respaldo trasero está pensado para dos mejor que para tres.
Calidad de primer nivel, materiales incluso suntuosos (aunque hay mandos comunes, por ejemplo, a un SEAT León), ajustes impecables, mejoras apreciables como el freno de estacionamiento eléctrico... El Touareg es uno de esos productos a los que cuesta «sacar punta», pese a un climatizador posicionado más bajo de lo deseable, porque hasta el equipamiento de serie es razonable (entre otros, con tapizado de cuero incluido y asientos de ajuste motorizado).
Eso sí, el sistema de visión perimétrica, el cambio de luz de cruce a carretera automático, las levas en el volante para actuar sobre el cambio (auto secuencial de 8 relaciones bien ajustadas), la suspensión neumática de altura y flexibilidad adaptables (casi 4.000 euros), los asistentes de ángulos muertos y cambio no voluntario de carril, o las lunas traseras sobretintadas (unos 400 euros) se pagan, junto a otros muchos, aparte.
Es el caso del pack Terrain Tech, ideado para usuarios que usarán su Touareg fuera del asfalto con frecuencia, y que integra reductora, suspensión ligeramente más alta, bloqueo de los diferenciales central y trasero e incluso un depósito agrandado a 100 litros, todo por 1.905 euros. Precisamente, aquel es un entorno donde el coche se mueve con mayor capacidad de la esperada, sobre todo si calza neumáticos mixtos o, a poder ser, camperos puros y duros.
Sin embargo, no hace falta «alicatarlo» hasta el techo para disfrutar de un modelo sumamente gratificante en el día a día. Bien es cierto que, como en cualquier modelo de esta tipología, hay que «escalar» ligeramente para acceder o salir, pero una vez a los mandos se disfruta de una envidiable visibilidad y de un excelente dominio del entorno inmediato. Al contrario de lo que pueda invitar a pensar, no es aparatoso de llevar, sobre todo una vez hechos a las inercias que genera su poderosa masa.
En este sentido, el coche equilibra bien firmeza y confort, aunque para los que lo quieran todavía más duro Volkswagen ofrece, a cambio de 419 euros, una suspensión de calibración un punto más enérgica. En todo caso, dirección y frenos (estos dentro de un orden) transmiten confianza y buen hacer, y aunque no está concebido para «ir de carreras» consiente un trato más o menos dinámico sin sobresaltos; insistimos, una vez hechos a sus maneras y valorando su peso, que se va a unos 2.600 kg cuando viaja cargado.
El Touareg está disponible con motores de gasóleo TDI de 204 (analizado), 245 y 340 CV, junto al de gasolina aspirado de 280 y el híbrido gasolina/electricidad que rinde un conjunto de 333. Como se aprecia, todo un elenco para elegir, en cualquier caso más potente que nuestro protagonista. Sin embargo, y en su favor, hay que señalar que no va justo de fuerza (450 Nm), y que sin resultar un «disparo» mueve con suficiente solvencia al conjunto una vez el motor gana vueltas, incluso si toca acometer rápidos adelantamientos fruto de su notable reprís.
De hecho, baja en segundo y medio (sobre diez) la medición de aceleración hasta 100 km/h, y asegura algo más de 200 km/h de velocidad máxima. Y lo mejor es que el consumo se mueve en parámetros muy razonables: unos 8,5 l/100 km de promedio, algo alejados de los 7 que homologa el fabricante que, por lo demás, son factibles practicando esa moderada conducción a la que no paran de «invitarnos» desde las diferentes administraciones públicas. La mayor duda es si, metidos en «harina», los 4.000 euros que lo separan de la versión de 245 CV, a todas luces más lógica, deben ser obstáculo...