Suscribete a
ABC Premium

El economista jefe del BCE dimite y agrava la crisis de deuda de una Europa dividida

Stark es el segundo alemán que deja el BCE tras la salida de Weber, presidente del Bundesbank, por discrepar sobre la compra de deuda

El economista jefe del BCE dimite y agrava la crisis de deuda de una Europa dividida efe

ramiro villapadiernat

La tensión en el Banco Central Europeo por la protección de los países más debilitados por la crisis se ha cobrado la cabeza del segundo alemán en seis meses, que abandona llamando a los políticos a «un salto cualitativo» para salvar el euro .

Tras del presidente del Bundesbank, otro ortodoxo, el economista jefe del BCE arroja la toalla por desavenencias, reforzando la preocupación en el Foro Económico de Krynica de que, si los políticos no reaccionan de urgencia , Europa occidental podría dirigirse hacia un nuevo estancamiento, frente al sostenido crecimiento del Este y Europa Central.

Jürgen Stark, una de las personalidades que más han marcado la política del BCE en la década del euro, se marcha con un mensaje de acción hacia los políticos europeos, pese a que el Banco Central Europeo ha indicado simples «razones personales» para la dimisión. Era conocida la oposición de Stark a la sostenida intervención del banco emisor en la compra de deuda soberana de los países con problemas.

«El Bundesbank se encuentra aislado en el BCE», concluye el presidente del gran instituto económico IFO de Múnich, asemejando a marcha de Stark a la de Weber. Días antes, en el Club The House of Europe-Ambrosetti, Hans Werner Sinn explicaba a este diario el contencioso argumentando que el banco estaría «violando el tratado de Maastricht» .

Aducía que sobre ello «pesa la memoria inflacionista de los alemanes», que viene de los años 20, y que condicionó el abandono del marco sólo a la «certidumbre de que el BCE no podría financiar nunca a los gobiernos... Y eso es lo que está haciendo al seguir comprando bonos de deuda» de los países periféricos. El presidente del BCE ha agradecido a Stark «su extraordinario desempeño durante años» en favor de la unificación europea. Los políticos alemanes han calificado su marcha de «señal alarmante» y de «varapalo a Merkel».

Stark se marcha con un claro mensaje político hacia los gobiernos, enviado al diario Handelsblatt . Escribe contra el «formidable riesgo deudor incurrido» y el peligro para el futuro de acrecentarlo si se sigue incrementando el endeudamiento al través de estímulos fiscales. Asimismo pide «un salto cualitativo» en el plano europeo para «lograr el necesario refuerzo de las reglas institucionales, de la economía y de la unión monetaria», incluyendo una «efectiva coordinación de las políticas económicas y financieras» en la zona del euro, desde Bruselas, y una «amplia reforma del mecanismo de decisión y sanciones».

Meses después de la marcha del vicepresidente del BCE, Axel Weber, Stark abandona seguramente alentado por similares motivos: la compra masiva de bonos de deuda periférica —Grecia, Portugal, Irlanda, España, Italia o Bélgica— se ha convertido en la práctica en una suerte de «eurobono encubierto», como reaccionaba para ABC el ex presidente de Sajonia y catedrático de Economía Georg Milbradt. El día antes, el consejo del BCE postergaba sus planes antiinflacionistas, que preveían una posible nueva alza de tipos, ante el miedo a un segundo coletazo de recesión en Europa, como han sugerido el Banco Mundial y el FMI para el nuevo año.

Halcón antiinflacionista

La crisis global ha puesto en cuestión si el banco emisor debería atender también al crecimiento económico, mientras Stark era conocido como un halcón antiinflacionista, función primera conferida al BCE por el tratado de la moneda única. Al parecer, Stark se ha significado como antes Weber, entre los más críticos hacia el mantenimiento de esta línea de financiación , así como de la política de liquidez del BCE hacia los bancos sin capacidad de refinanciación, como los irlandeses y algunos del arco mediterráneo.

El sucesor de Stark parece ser el secretario de estado de Hacienda, Jörg Asmussen, quien sin embargo estaba valorando una oferta de la industria para abandonar el servicio público, según Handelsblatt. De inmediato se ha asentado como principio de fe que el puesto de Economista Jefe, según fuentes alemanas, deberá seguir siendo detentado por un experto alemán.

La cuestión es que el sucesor de Trichet al frente del BCE, el italiano Mario Draghi, tendrá entre sus principales tareas a partir de octubre recuperar el prestigio perdido por la institución en la propia Alemania, precisamente el país que alberga la sede del eurobanco, y el más reacio a las últimas decisiones políticas de apoyo a los países más débiles de la Eurozona.

Esta funcionalidad es sólo para suscriptores

Suscribete
Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación