Aparecen cuatro obras de juventud del pintor Otto Dix
Se trata de un boceto a lápiz y tres acuarelas que serán expuestas próximamente

Un desempolvado legado familiar bávaro ha dado a la luz cuatro obras de juventud de Otto Dix, el crítico pictórico de los horrores de la Gran Guerra que cultivó el expresionismo y el dadaísmo y abanderó la vanguardia llamada «nueva objetividad».
Una galería de Düsseldorf, Remmer y Barth, da a conocer ahora tres acuarelas y un boceto a lápiz, atribuidas a una etapa previa de este conocido satírico social. Parecen estar siendo muy valoradas por los expertos y al menos una de ellas podría alcanzar los 200 mil euros. Las piezas se expondrán dentro de una colección de medio centenar de obras tempranas, entre el 4 de septiembre y el 2 de diciembre, con motivo del 120 aniversario del pintor.
Se trata de «Strich III» (Pincelada III), «Nächtens» (Nocturno) y «Soubrette» (Doncella) y también un boceto inicial del conocido retrato de Dux del marchante de arte Alfred Flechtheim. Las obras parecen catalogarse entre los años 1922 y 1923, tras el desplome y desarticulación del Imperio Alemán.
La aparición de éstas sucede a otra inédita, la celebrada y desaparecida «Wintermärchen» (Cuento de invierno, 1933) de George Grosz, descubierta el pasado año en una vieja carpeta del pintor. Este legado pertenece a la hija del médico de Düsseldorf, Hans Koch, y su mujer Martha, ambos conocidos coleccionistas. La pareja se separó por el enamoramiento de Martha con Dix, que entonces era estudiante en la Academia de Bellas Artes de la ciudad del Düssel, con el que llegó a casarse. Dix aterrizaría luego en el histriónico y depauperado Berlín de entreguerras, a partir de 1925, donde su interpretación artística se nutre de su experiencia bélica en Francia y en Rusia y de la dramática desestructuración del orden anterior.
El hallazgo en el hogar de la nieta de los Koch, en la Baviera Superior, al sur de Múnich, no puede sino venir a redondear el año del artista, que nació en Turingia, en 1891, y falleció cerca de la Selva Negra, en 1969. Varios actos en la ciudad natal de Gera rememoran al hijo de un forjador y una apasionada del arte, cultivador de un agudo trazo surreal y una escrutadora mirada sobre los desastres de la guerra y el nuevo desarraigo urbano, al través de muy distintos estilos y técnicas, incluidos el cubismo y el futurismo.
Con el precursor expresionista Conrad Felixmüller fundaría a su regreso del frente el Dresdner Secession Gruppe 1919, un grupo radical y dadaísta de autores, que coincidirán con su etapa de collages, y con los que acude a la primera Feria Dadá. Dos años después, durante la época a que se atribuyen las obras inéditas, Dix se trasladó a estudiar a Düsseldorf, donde se une al grupo Junges Rheinland. Con la llegada del nacional-socialismo al poder, en 1933, Dix fue uno de los primeros catedráticos en ser destituidos y descalificados como «artista degenerado», lo que le condujo al exilio junto al lago Constanza.
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete