El Barça sopesa romper con el Madrid
Como en un matrimonio mal avenido, las últimas broncas entre ambos amenazan con quebrar una relación ya de por sí muy deteriorada
Lo dijo Sandro Rosell a final de la pasada temporada: «No vamos a pasarle ni una más al Real Madrid. A la próxima que nos hagan romperemos relaciones con ellos». El inicio de la nueva temporada no ha traído flores en las relaciones entre los blancos y los azulgrana. Por el contrario, ha vuelto a traer espinas más afiladas que las del año pasado.
El incidente acaecido en la Supercopa con la tangana y el dedo de Mourinho sobre el ojo de Tito Vilanova no iba a tender lazos de seda en una relación ya de por sí tan deteriorada. El Barcelona está sopesando romper las relaciones con el Madrid después de la nota que el club blanco publicó el martes al conocer la decisión del Comité de Competición de entrar de oficio en el conflicto. Los madridistas acusaron a Rosell de provocar dicha entrada en los incidentes de la Supercopa. El asunto no es pecata minuta porque Mourinho puede salir muy escaldado del asunto, sobre todo por la calificación que Alfredo Flórez, juez único ya, ha realizado de los hechos. A Vilanova le aplica una falta leve y a Mourinho una falta grave. La diferencia es esencial pues en la última asamblea de la Federación se realizó una variación en el reglamento sancionador. Se estipuló que si la falta realizada en la Supercopa era leve, la sanción correspondiente solo se aplicaría en el mismo torneo de la Supercopa, pero si por el contrario era grave, afectaría también a la Liga y Copa. De ahí el rebote madridista, por la diferencia en el grado de la acción y porque Mourinho corre el riesgo de sufrir una sanción de cuatro a 12 partidos, y no sería en la Supercopa.
Pero como aquí nadie es blanco ni negro sino más bien gris y con matices, todos echan la culpa al otro. El Barcelona dice que Rosell no provocó la actuación de Flórez, sino que por el contrario dijo que el club no denunciaría para echar más leña al fuego, y que encima se encuentra con la nota madridista en que acusa a sus jugadores de provocadores.
Los blancos tienen también dónde agarrarse a la hora de tirar contra el rival y de acusarle del clásico «tú empezaste» . En el seno madridista sentó como un tiro la parte del discurso de Sandro Rosell en el que hacía alusión a la eliminatoria: «Hemos venido de la playa, sin apenas preparación, y hemos ganado a un equipo que venía mucho más rodado».
El Madrid piensa que es una pedrada despectiva contra ellos mientras que los azulgrana responden que lo único que pretendía Rosell era agigantar la grandeza de su equipo teniendo en cuenta que venía de un tiempo de preparación mucho más corto que el rival.
El diario de la Ciudad Condal, «Mundo Deportivo» tenía colgada ayer una encuesta en su web en la que preguntaba si después de lo acaecido el Barcelona debería romper relaciones con el Real Madrid. El resultado era rotundo: 88 por ciento decía que sí y el 12 que no .
A pesar de esto, lo más probable es que Rosell y su gente decidan que el no es lo mejor. Los azulgrana van ahora en moto, con el Comité de Competición a su favor y con una gran parte de la opinión pública también, entre otras cosas porque las acciones de los madridistas han sido más notorias y escandalosas que las de los rivales. Estos hablaban y los de Mourinho actuaban, por lo que han quedado retratados.
Núcleos duros y blandos
La situación es más que tensa, a punto de quebrarse a las primeras de cambio. De cualquier forma, la posible ruptura de relaciones es más testimonial que otra cosa, pues no tiene ninguna implicación seria. Simplemente se anulan las comidas entre directivas los días de partidos y tampoco se acudiría a los respectivos palcos durante ellos. No obstante, el núcleo duro de los azulgrana consideran que es necesario para dar una muestra de fortaleza ante los madridistas . El núcleo blando asegura que eso es lo que querría Mourinho, ya que se siente más cómodo en la bronca permanente, pues es su terreno y ahí tiene ventaja.
Rosell se debate entre dos aguas, pero lo más probable es que se tire a un lago calmado para no estirar más la cuerda de la discordia. De cualquier forma, la paz es más débil que nunca, sobre todo teniendo en cuenta la cantidad de enfrentamientos que aún quedan entre ambos.
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