Las pistas apuntan a islamistas indios
Ningún grupo reivindicó el ataque y aún no hay pruebas firmes sobre la autoría
Mientras Bombay recupera el pulso y las principales ciudades indias se mantienen en máxima alerta, las autoridades indias continúan sin pruebas sólidas sobre la autoría del atentado que dejó el miércoles 18 muertos y 131 heridos. Sin ningún grupo que reclame la matanza, el ministro del Interior, Palaniappan Chidambaram, afirmó ayer que aún es pronto para «señalar a ningún grupo» y que no descarta ninguna opción, en referencia a la posible implicación de un grupo paquistaní.
Por el momento las sospechas se centran en los Muyaidines Indios, un grupo militante islámico local. Chidambaram señaló que las tres explosiones en cadena podrían tratarse de una venganza por las recientes detenciones y el interrogatorio de varios miembros de esta formación.
Los Muyaidines Indios comenzaron una campaña de ataques en mayo de 2008 con un atentado en la ciudad de Jaipur que dejó 60 muertos. Dos meses más tarde, 21 explosiones en cadena se cobraron la vida de 53 personas en la ciudad de Ahmedabad. En septiembre de ese mismo año Nueva Delhi sufrió un ataque que dejó más de 20 muertos.
El Instituto de Estudios y Análisis de Defensa de India define a los Muyaidines Indios como un grupo sin una estructura jerarquizada, formado por una red de organizaciones con relaciones con grupos terroristas paquistaníes. Su origen ideológico se remonta al pogromo de Gujarat de 2002, que dejó 2.000 muertos, la mayoría musulmanes.
Chidambaram también afirmó que el ataque podría «ser un intento para hacer fracasar las conversaciones entre Pakistán e India» ante la inmediata visita de la viceministra de Exteriores paquistaní Hina Rabbani Khar.
Las relaciones entre los dos vecinos nucleares se encuentran congeladas desde el ataque a Bombay de 2008 que dejó 166 muertos y que tuvo su origen en Pakistán. «Vivimos en la zona más peligrosa del mundo. Pakistán y Afganistán son el epicentro del terrorismo y la India es vulnerable», afirmó el ministro del Interior. De confirmarse la pista paquistaní, el empeoramiento de las relaciones dificultaría la retirada de las tropas aliadas de Afganistán. El Gobierno paquistaní condenó rápidamente los atentados y la India ha insistido en que mantiene el encuentro entre los responsables de Exteriores para las conversaciones de paz.
Las pesquisas policiales señalan asimismo que las bombas eran artefactos explosivos improvisados compuestos de nitrato de amonio y accionados con la alarma de teléfonos móviles, «lo que implica cierta sofisticación y entrenamiento». La más potente de las bombas dejó once muertos en Opera House, el principal centro de comercio de diamantes del mundo. En el bazar de joyas de Zaveri murieron seis personas, mientras que en el barrio de Dadar la explosión de un taxi no causó muertos. Las tres detonaciones se produjeron en un lapso de diez minutos en zonas muy concurridas y en hora punta.
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete