GOLF
Fiesta española en Alemania
Larrazábal gana el Abierto de Múnich a Sergio García en el desempate. Ambos se clasifican para el Open Británico

Hacía tiempo que el golf español no disfrutaba de una jornada tan redonda. Dos titanes luchando por un torneo y el resto del mundo pendiente de su exhibición. Así llegaron Pablo Larrazábal y Sergio García al final de la cuarta jornada del torneo muniqués: empatados y con la certeza de haber sellado un doblete histórico.
«Nos hemos clasificado los dos para el Open Británico», fue su primera reacción antes de comenzar el desempate. Había dos plazas en juego para los que no se hubieran metido en el «British» por otra vía y los dos salieron centrados en ese objetivo. Una vez logrado, el triunfo en el campeonato bávaro era el siguiente paso. Tanto el barcelonés como el castellonense necesitaban la victoria por distintos motivos. El primero, porque después una etapa desértica decidió ponerse en manos de un psicólogo para así aplacar los malos efectos de su fuerte carácter; el segundo, porque después de dos años sin victorias estaba por fin en el buen camino y sentía que el nuevo Sergio estaba al llegar. Con tanta necesidad, fue una labor de desgaste de cinco hoyos. La tensión iba en aumento paulatinamente y el juego, en consonancia. Ambos rayaron la perfección y ofrecieron el mayor especáculo del año. Aunque un «putt» errado por García benefició a Pablo, ganaron los dos.
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