EN SU PUNTO
Lomana: «A mi novio no lo enseñaría»

Las dudas surgieron cuando la semana pasada Carmen Lomana acudió al concierto de Alaska en Madrid en compañía de un atractivo hombre, altísimo, rubio y en vaqueros. Su edad estaría entre los 50 y los 60 y sus ganas de disfrutar entre los 30 y los 40. La pareja bailó como saben o pueden los temas más conocidos de Fangoria y luego disfrutó de la fiesta privada. Esa misma semana volvieron a acudir juntos a la entrega de unos premios taurinos en la sede de la Bolsa de Madrid y allí ya hubo quien pensó que se trataba del nuevo amor de Lomana, a quien le acaba de salir una nueva «enemiga íntima» como es Eloísa Bercero quien se despachó a gusto días atrás en «Sálvame» (cuidado Eloísa, así empezó Lomana y mira cómo ha terminado).
Pues ni novio ni siquiera amigo con derecho a roce. El hombre en cuestión es un buenísimo amigo de Carmen, alemán de nacimiento, que vive desde hace años en el centro de Madrid y con el que se lleva de maravilla. «¿Pero tú crees que si fuera mi novio lo iba a llevar a sitios públicos? Para nada, Ivan es una persona adorable y muy divertido, pero nada más», me confesó Carmen ayer durante la presentación de la colección de joyas Dijoüs en El Corte Inglés de Serrano (Madrid). Con un vestido Chanel a juego de bolso y enjaezada con sus diseños para Dijoüs, Lomana estaba feliz de desvelar cómo son las piezas que ha creado para esta firma en esta primera aventura que no sabe si repetirá en el futuro. De momento ahí están sus pulseras, collares, anillos y pendientes en las seis líneas que componen esta colección ideada para llevar en los distintos momentos del día. «Ahora ya sabes por qué he estado viajando tanto a Italia», contaba. En ese país es donde se fabricaron estas joyas realizadas en plata y piedras naturales como la circonita, topacio, amatista o cuarzos, y con un precio al alcance de muchos.
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