El edil pontevedrés imputado por fraude alega un colapso de papeleo

«Un error provocado por el colapso que atravesaban entonces los trámites administrativos». Este es el principal argumento que esgrime el concejal de Medio Ambiente Urbano de Pontevedra, Raimundo González, del BNG, acusado de dos delitos de prevaricación y fraude. Sobre ellos, flanqueado por varios miembros del Gobierno local, entre los que se encontraba el alcalde, Miguel Anxo Fernández Lores, y la teniente de alcalde, Teresa Casal; e, incluso, antiguos concejales del PP como Navor Álvarez o Celestino Lores, que acudieron a título personal, tuvo que dar cuenta ayer en los Juzgados de Pontevedra. Visiblemente tranquilo y despreocupado, tras más de una hora de declaración, el edil frentista aseguraba a su salida que «todo ha ido perfectamente, vine dispuesto a colaborar con la administración de Justicia y así ha sido».

Los hechos que se le imputan datan del año 2008 cuando se adjudicó de modo irregular el ajardinamiento de la Praza da Liberdade y se contrató «a dedo» , según denunció públicamente el PP, la construcción de una rotonda en la calle Loureiro Crespo. Según consta en las actas del ayuntamiento, González aprobó la apertura de un procedimiento de contratación nueve meses después de haber inaugurado las obras. Sin ningún tipo de disimulo, tal y como se desprende de las palabras del concejal del PP Jacobo Moreira, quien recordó que llegó a presidir varias sesiones de la mesa de contratación para adjudicarlas. «No fue en la primera sesión, sino en una tercera, después de que los populares nos hiciéramos eco del engaño, cuando se archivó el procedimiento», aseguró.

«Mintió y sigue mintiendo», aseveró Moreira, quien, cansado de los «disparates» que en la última semana ha tenido que escuchar por boca del concejal de Hacienda sobre el caso, tales como que fue el PP quien dio a conocer su imputación a la opinión pública, el edil popular recuerda a González que «el mismo lo ocultó sabiendo que iba a ser procesado ya desde la semana anterior a que saltase la noticia».

También ironizó sobre el hecho de que el representante local tenga que ir acompañado al Juzgado por miembros de su gobierno, cuya presencia calificó de insólita. «¿Es que no confían en la Justicia?», se preguntó el viceportavoz del PP en Pontevedra. «Lo ocurrido desmerece y perjudica la imagen de la ciudad», dijo. Un flaco favor que, sin duda, pasará factura.