Un premio que llegaría antes o después

He recibido la noticia con mucha alegría, pero para mí no ha sido una sorpresa, porque desde hace tiempo sabía que Eduardo Souto de Moura iba a recibir este premio, que es un reconocimiento a toda una carrera. El premio se concede a aquellos arquitectos que cuentan con una obra de cierta extensión que mantengan la calidad a lo largo de la misma. Si se conoce el trabajo de Souto de Moura, era evidente que este premio llegaría antes o después.

Es un arquitecto muy especial, porque desde la primera obra que hizo, la Casa das Artes en Oporto, su trabajo ha mantenido la calidad. Ganó este concurso cuando no era nada conocido, por lo que sé en el jurado nadie sabía de él. De esa primera obra mantuvo la calidad tanto en las obras públicas como en las privadas que ha ido realizando desde entonces.

Su originalidad no es gratuita, es una originalidad basada en las raíces y la historia de la arquitectura portuguesa y no solo portuguesa. Es un arquitecto que encuentra la escala justa de cada obra que realiza, con un gran rigor. Sabe la importancia de las medidas de cada edificio que lleva a cabo. Todas sus obras son muy diferentes; unas más conocidas que otras, como es el caso del Estadio de Braga, por su especificidad, o el proyecto innovador de la Pousada de Bouro o la recuperación de un convento en Viseu. Tampoco podemos olvidar su aportación en el Metro de Oporto, aunque el trabajo haya sido interrumpido.

Hemos trabajado juntos puntualmente en alguna obra y ahora estamos asociados en el Metropolitano de Matos. Para la arquitectura portuguesa y para Portugal esta noticia es muy importante y debemos recibirla con una gran alegría y honra.

Mi vida después del Pritkzer no cambió nada, sigo siendo el mismo, con más años. Los arquitectos trabajamos siempre lo mejor posible, independientemente de que recibamos o no un premio.

ÁLVARO SIZA ES ARQUITECTO

Y PREMIO PRITZKER EN 1992