Un bestiario moderno

Desde que el mundo es mundo, el hombre ha temido lo inexplicable y ha buscado recursos en ello para conjurar sus males y dar explicación a los fenómenos que se instalan en el origen de sus miedos.

Los mitos han servido desde siempre para personalizar tabúes, temores, actuaciones ilícitas o fenómenos extraños. La tradición oral se ha encargado, con el paso de las generaciones, de dotarlos de una imaginería acorde con su tiempo y su lugar y de enriquecerlos con leyendas, decires, supersticiones y toda suerte de artefactos narrativos y hasta teatrales.

Con las ilustraciones de Montserrat Rubio como punto de partida, nace Mitos de Castilla y León, una obra protagonizada por los hermosos dibujos de la artista catalana y cuajada con los textos del etnógrafo José Luis Hernando.

A primera vista, el libro invita al hojeo y a transcurrir por las ilustraciones, la disposición de los capítulos y la curiosa tipografía que parece una prolongación de los dibujos y que acentúa el carácter visual del conjunto. En el momento en el que uno se detiene a leer, es el texto ágil y ameno el que atrapa. Lejos de ser el compendio de párrafos comparsa de la ilustración, las narraciones se desvelan como relatos bien documentados y urdidos con elementos de la antropología, la etnografía, el folclore, la historia, la sociología y la vida cotidiana de hace unas décadas en cualquier comarca de la región.

Su amplia visión se completa con un punto de ironía y humor que actualiza los mitos aparentemente lejanos y ayuda a restar dramatismo a los que resultan más temibles. Este repaso y la omnipresencia del dibujo convierten al libro en una suerte de bestiario moderno que bebe en las fuentes de la tradición oral, surgidas a su vez de la tradición prerromana y clásica y que fueron creciendo a la vez que se desarrollaban las sociedades occidentales.

Circunscribir todo este elenco de mitos y personajes a los límites administrativos de la Comunidad Autónoma puede ser un criterio editorial práctico, pero es poco realista por lo que se aprecia de universal en muchas leyendas, como las de brujas, hombres lobo, gigantes o duendes burlones, comunes a toda Europa Occidental. Y por la tradición compartida con otras regiones de la península en elementos como nuberos, anjanas, serranas, ánimas en pena y toda clase de terribles personajes de los bosques dispuestos a escarmentar a los niños que se portan mal.

Entre ellos también encontramos mitos más netamente locales, como toda la tradición de moros y moras (moradores de antiguos lugares, más que personajes de origen musulmán) asociados a tesoros y yacimientos arqueológicos; o la leyenda segoviana que explica cómo fue el mismo diablo quien levantó el Acueducto.

Mitos de Castilla y León también entronca con la tradición del saber deleitando. Los conocimientos que se transmitieron oralmente de padres a hijos se han ido perdiendo, parece que irremediablemente. Publicaciones como ésta, que ha abordado la editorial Castilla Tradicional, se ocupan de divulgar las historias y los saberes que hasta no hace tantos años formaron parte del imaginario y de la vida cotidiana de varias generaciones de nuestros antepasados.