FÚTBOL
El Fenómeno ya no aguanta
Ronaldo, el mejor delantero centro, confirmó que sufre hipotiroidismo y que se retira porque su cuerpo no puede más
En la semana decisiva de la Liga 2002-03, un peso pesado del vestuario del Real Madrid vio aparecer a Ronaldo por la antigua Ciudad Deportiva una hora antes del entrenamiento, maleta a cuestas y evidentes ojeras que delataban una noche agitada de asuntos propios.
«Pero tío, que nos jugamos mucho el domingo como para estar por ahí dando vueltas», le recordó el compañero. «Tú preocúpate de que no nos marquen ningún gol que contra el Athletic yo marcaré dos» , replicó un Ronaldo en estado puro. Sí, ganó el Madrid en el Bernabéu al conjunto vasco y el brasileño firmó un doblete en la despedida de Vicente del Bosque. Así era el Fenómeno, delantero infalible a quien el cuerpo le obliga a parar después de tanto fútbol . Ronaldo ya no aguanta.
Lo anunció el lunes entre lágrimas , enfadado con su transformación y con un hipotiroidismo que le azota desde hace años y por el que justifica su esbelta figura , más pasado de kilos que de costumbre: «Es muy duro abandonar algo que me hizo tan feliz, que tanto amé y con lo que quería seguir, porque psicológicamente quiero mucho, pero tengo que asumir algunas derrotas . Perdí para mi cuerpo», dijo el máximo goleador de los mundiales (15 tantos), tres veces FIFA World Player y dos veces Balón de Oro. «Los dolores me consumen».
Se encogió el mundo del fútbol con la despedida, adiós a un grande con mayúsculas que discutió durante tres años con lesiones gravísimas en cada una de sus rodillas. «Es el mejor delantero centro que he visto en un campo» , resumió Emilio Butragueño, director de Relaciones Institucionales del Real Madrid. «Ha sido el más grande de la historia, sin duda», añadió el presidente del Inter de Milán, Massimo Moratti.
«Fue un gran compañero, magnífico, muy entrañable», explicó Del Bosque . Todo piropos para este brasileño de sonrisa contagiosa, tan sonadas sus jaranas como extensa la lista de conquistas femeninas, víctima de un ataque de epilepsia en la previa a la final del Mundial de Francia y de mil capítulos que dan para hacer una película.
Se le recuerda por sus títulos, idolatrado en todos los clubes por los que pasó (Cruzeiro, PSV, Barcelona, Inter, Madrid, Milán y Corinthians) , campeón del mundo en dos ocasiones con Brasil. Se le recuerda, en definitiva, por sus explosivas carreras que casi siempre acababan en gol, especialmente memorable la del Multiusos de San Lázaro en aquel Compostela-Barcelona de 1996. «Era imparable», recuerda Fernando para ABC, portero de aquel equipo gallego que luego reclamó a Nike los derechos de imagen por un anuncio que recogía la mítica jugada que dio la vuelta al mundo.
«Fue tan bonito que yo me negué a denunciarlo», explica. «Me persigue esa jugada, después de eso pensé: “Ya está bien, mejor que me vaya a casa y me retire”», cuenta. «En el momento que coge ese balón en su propio campo nadie se esperaba que hiciera eso y que terminara con tal precisión. Me han marcada goles, pero ninguno tan bueno como ese ». Comparte la misma opinión Gica Popescu, sólo que él celebró ese golazo porque vestía de azulgrana. «No sabía qué hacer, cómo reaccionar. Simplemente le dije “Guau, esto es increíble. Joder, macho, menudo gol». Así solía dejar a la gente el Fenómeno, una leyenda desde ayer.
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