El penúltimo muro

España afronta mañana (20.30, Teledeporte) una nueva cita con la historia ante un rival temible. Dinamarca, único equipo que cuenta sus partidos por victorias, se apoya en un gran poderío físico que se traduce en un muro defensivo y el mejor ataque del torneo (con un total de 267 goles, justo por delante de Francia, con 260, su media es superior a los 34 goles por encuentro). Los daneses, con figuras tan solventes como Mikkel Hansen, Lars Christiansen, Lasse Svan Hansen y Jesper Noddesbo, han llegado a la aristocracia del balonmano en los últimos años: título continental en 2008 y bronces europeos en 2002, 2004 y 2006; también fueron terceros en el Mundial de 2007 y cuartos en 2009. En el cara a cara con el combinado español, se impusieron en el último Europeo en la lucha por la quinta plaza (34-27) y en la segunda fase del Mundial de 2007 (27-23); en la única ocasión que ambas selecciones se han encontrado en semifinales, el triunfo fue para los españoles en el Europeo de 2006 de Suiza (34-31).

Para el jugador español Alberto Entrerríos, la clave está en jugar con la misma intensidad que hasta ahora. «Había partidos que estaban perdidos y los hemos sacado adelante; si hay que destacar algo es la intensidad con la que estamos jugando en defensa», informa Efe. De los daneses, Entrerríos destaca «la velocidad. Las transiciones que hacen son tremendas y se apoyan en una buena defensa. Debemos evitar perder balones fáciles en ataque, porque ahí nos pueden matar».

Los nórdicos recibieron con satisfacción el emparejamiento con España en las semifinales. «Es una tarea más fácil de solucionar que Francia. Los españoles han jugado un ataque muy bueno y rápido, y eso se ajusta bien a nuestra gente física en el centro. Por ahí querrán entrar y es donde tenemos que doblegarlos», declaró el lateral Lars Christiansen.

El técnico danés, Ulrik Wilbek, considera que enfrentarse a España supone subir un grado más en dificultad y que el ritmo del encuentro será elevado por el estilo de los dos equipos. «Será un partido de correr». Además describió al portero Sterbik como un jugador «desagradable» para los rivales por su gran calidad.