ARTE
«Es vital que el espíritu del pop sobreviva»
Colores saturados, imágenes recicladas, escenas oníricas... La desbordante creatividad de Bubi Canal recala en Santander en la galería Del Sol St.

Quedamos con Bubi Canal (Santander, 1980) en su pequeño piso en el barrio madrileño de La Latina. Acaba de mudarse, pero ya está pensado en cambiar de aires («Me voy a Nueva York tres meses. Básicamente, porque me he enamorado. Pero aprovecharé el tiempo para captar ideas y reencontrarme con amigos»). Pese a que la casa se encuentra en ese momento de transición del que llegó para irse, rezuma mucha vida: paredes decoradas con las mismas líneas de color que las que envuelven el montaje de su exposición recién inaugurada en Del Sol St. ; muñecos y otros juguetes que harían las delicias de cualquier individuo cuya infancia se hubiera desarrollado en los años ochenta; coloristas zapatillas; un body recién comprado en un mercadillo... Canal no es un artista al uso. Los lenguajes más pop se reactualizan en sus obras, dignas hijas de esta era nuestra ecológica, que recicla y se entrega al cibernético «corta/pega». Un universo y unas respuestas saturados de color.
Se te considera abanderado del espíritu de una nueva generación.
Yo casi diría que me identifico más con la anterior a la mía, los artistas que eran mis referentes mientras estudiaba, pero sí que es cierto que me encuentro muy cercano a los creadores que hemos acabado juntándonos en torno al proyecto de la Fresh Gallery en Madrid. Gente que teníamos muchas cosas que contar pero no el cauce adecuado para hacerlo. Para mí este espacio es un foco de creatividad fundamental en la ciudad. La juventud y la frescura son rasgos evidentes.
Precisamente la muestra que presentaste allí en 2010 se continúa en Del Sol St.
La exposición es casi la misma, solo que para la de Santander he incluido una pieza nueva, un libro, que es lo que me ha dado tiempo terminar entre cita y cita. Sin embargo, el espacio da lugar a nuevas lecturas a las obras. Su título, Supercolor , viene del modelo de Polaroid que utilizo, que es mi preferido. Me parecía un eslógan muy optimista.
«No espero nada del arte. Lo hago por necesidad. Por eso, todo lo que llega es un regalo»
Sin duda, la policromía te define. ¿Existe un Bubi Canal en blanco y negro?
¡También! Y, de hecho, no me cierro a nada. El color me acompañará siempre, y lo último que estoy haciendo no lo tiene tan presente. Pero siempre, no sé por qué, vuelvo a su optimismo. Creo que eso tiene mucho que ver con mi estado de ánimo. Trabajo más por necesidad que por disciplina. Si no hiciera lo que hago me moriría. Siento más que calculo. No puedo desligar mi quehacer de mi vida. Y cada vez tengo más ganas de hacer cosas; ya acabé el periodo de pruebas. Lo que me interesa de mi forma de proceder es que en mi trabajo converge todo lo que me interesa: la música, el diseño, el baile, el vestuario...
Estoy seguro de que el aire de inocencia que rodea a los trabajos es una trampa.
No es algo intencionado. De hecho, intento ser muy honesto conmigo mismo y, por extensión, con el espectador. Eso no quita para que me guste jugar. Y lo que me sale me sale así porque yo soy así. Pero sí: esa es mi forma de demostrar que otras lecturas más allá de las convencionales son posibles. Todo lo que me rodea es susceptible en convertirse en una idea. Me gusta trabajar con gente muy cercana, no liarme con las producciones... Madrid me estimuló mucho, pero quiero saber cómo reacciono ante escenarios urbanos diferentes. Nueva York me va a dar ahora otra oportunidad.
Bebes de la cultura pop. ¿Por qué sus consignas son viables en pleno siglo XXI?
A mí es que todo lo que me rodea es pop, desde la música que escucho hasta la ropa que gasto. Por eso el arte que me interesa es así. Para mí es vital que perviva su espíritu. Me gusta su manera de afrontar lo cotidiano. Yo soy muy de «a ver qué me voy encontrando», de rastrear en mercadillos, de acumular... Y lo hago por etapas. Esto que me rodea es lo que me interesa ahora. Pero necesito que todo se recicle, que vayan entrando cosas nuevas. Aunque hay algunos objetos que me acompañarán siempre. Como ese muñeco de Leo, el león de Mari Carmen y sus muñecos...
«Lo que escucho, lo que me cuentan, lo que anoto, lo que veo, da lugar a mis obras»
Que es como el de alguno de tus vídeos.
Lo de los leones, los monos y los perros es como una obsesión... Siempre voy por la calle con una cámara. Antes, cuando no tenía una propia, necesitaba que me las prestaran. Y tengo montones de cuadernos en los que tomo notas, cada vez de forma más sistemática, para no perderme en mis propios pensamientos.
Cuando se enumeran tus referentes se suele hablar del cine y el manga japonés, de determinados artistas. ¿Qué es lo que te hace genuino?
De la influencia de la cultura japonesa no fui tan consciente hasta que descubrí que me sentía más cercano de amigos asiáticos que de amigos americanos, que no crecieron, por ponerte un ejemplo, con Heidi o Marco. Para nosotros hay todo un audiovisual en japonés que, para bien o para mal, nos ha marcado. Me interesan artistas como Ana Laura Aláez , Manu Arregui , Matthew Barney ... ¿Lo que me diferencia? Que intento ser yo mismo. Que miro dentro de mí y hablo de lo que allí me encuentro. Eso solo puedo hacerlo yo.
Dices que tu obra habla sobre todo de ti, de tus intereses, tus deseos y tus fobias. Hay mucho de psicoanalítico en eso. Tal vez por ello recurres tanto a las formas oníricas.
¡Es que yo estoy atento hasta de lo que sueño! Eso, más lo que escucho, lo que me cuentan, lo que anoto, lo que veo, da lugar a mis trabajos... Ahora estoy liado con un encargo, los bocetos de unas pajaritas para un diseñador que participará en Cibeles.
«En mi trabajo converge todo lo que me interesa: la música, el diseño, el baile, la moda...»
¿Cómo te relacionas con las técnicas?
No me obsesionan. Me gusta tener un pequeño dominio, pero no ser un esperto en nada. Para eso están los amigos. Tampoco pretendo ser habilidoso. Me gusta mucho ensamblar, conceptual y formalmente. Disfruto con el reciclaje objetual. Para mí es mejor que construir. En la facultad comencé en lo escultórico, pero poco a poco me agazapé en lo audiovisual. Pero necesito la fisicidad de los objetos, aunque me es fundamental trabajar con personas.
¿Y ahora qué?
Este verano terminé de grabar un vídeo y ahora preparo otro antes de marcharme. Estoy montando una nueva exposición para la Fresh Gallery para después del verano. Estoy muy abierto a propuestas fuera del arte: colaboro con Carlos Díez, me han pedido dirigir un vídeo para una marca de moda... No espero nada del arte. Lo hago por necesidad. Por eso, todo lo que llega es un regalo.
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