De Villena: «Ya no se lleva el hombre cultivado, vale con el hombre entretenido»
Publica «Diccionario de mitos clásicos para uso de modernos», un acercamiento de «erudición amena» a la mitología

Adonis, Antígona, Caronte, Cibeles, Dédalo, Ícaro, Morfeo, Narciso, Pan, Prometeo, Ulises... una alineación de fábula, un equipo mitológico, y un estadio inexpugnable y milenario, el Olimpo . Ellos y ellas, y un larguísimo banquillo son los protagonistas de «Diccionario de mitos clásicos para uso de modernos» (Ed. Gredos), un libro con el que el escritor Luis Antonio de Villena quiere acercar con «erudición amena» la mitología greco-latina al hombre de hoy. «Actualmente, no creo que haya gente que crea en esos dioses —explica De Villena—, aunque no estaría mal. Pero, originalmente, todo este entramado mitológico fue una religión, con sus templos, sus devotos... Con el tiempo se fueron convirtiendo en unas leyendas poéticas que se hicieron literatura, arte, y de esta forma se constituyeron como una manera de entender el mundo, porque son historias con una gran carga simbólica». Un viaje legendario en el tiempo y el espacio durante siglos hasta llegar a nuestros días, como sucede con «Freud y la escuela psicoanalista que utiliza la mitología clásica para, trasvasando significados, llegar a cuestiones como el complejo de Edipo».
Dioses, superhéroes de la Antigüedad, tipos realmente duros como Prometeo, como Hércules y sus trabajos, pero hoy ya parece que heridos de muerte. «Hace treinta años –continúa Luis Antonio de Villena-, la mitología casi formaba parte de la cultura general. Pero hemos tenido unos planes de estudio muy malos que han abolido las Humanidades, y al abolirlas han abolido la mitología clásica. Y no podemos olvidar que la mitología está detrás de toda la cultura de Occidente. A los chicos y chicas de ahora, una tijera muy sutil les ha cortado la comunicación con su pasado. Ni siquiera pueden entender bien lo que es el Ulises de Joyce». De Villena aún va un poco más allá, y pone ejemplos bien cercanos. «Podría pensarse que ante las colas que se forman para ver la exposición de Rubens, en sus tres cuartas parte con motivos mitológicos, gozamos de un altísimo nivel cultural. Pero esto es uno de la mayores engaños que hay hoy en día, porque la mayoría de los visitantes sólo verá colores y formas, porque el verdadero significado, al desconocer la mitología, no lo pueden alcanzar. Esta carencia de la cultura clásica no sólo hace que no se pueda leer a Homero y Virgilio, que casi sería lo de menos, lo más grave es que ha cortado todo contacto con la historia de la cultura occidental».
Los Narcisos de hoy , recuerda el poeta, pueden ser los futbolistas, como Beckham, Cristiano, que por supuesto no se ven reflejados en un río como el Narciso del mito, sino «en las páginas de los medios de comunicación, en la televisión», y es que, como añade, «desgraciadamente, hoy en día, los medios de comunicación no están transmitiendo cultura, al contrario, parece que hay un complot para eliminarla. ¿Casualidad o que a los políticos no les interesa una sociedad ilustrada que sepa pensar y tener un juicio crítico? Frente al hombre cultivado del pasado, en estos tiempos la sociedad se contenta con el hombre entretenido».
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