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MADRID

Dulces navideños de otras latitudes

Pastelerías árabes, brasileñas y centroeuropeas ofrecen alternativas originales a los postres tradicionales de Navidad

Dulces navideños de otras latitudes

ALEJANDRO G. NIETO

Si el clásico turrón o el mazapán españoles no son de su agrado, o si sencillamente le apetece probar algo diferente estas Navidades, los placeres culinarios de países como Siria, Alemania y Brasil pueden proporcionarle lo que está buscando. Las pastelerías especializadas en dulces navideños extranjeros aumentan sus ventas cada año por estas fechas gracias a los deliciosos y exóticos postres que, cada vez más, se adentran en las mesas de los hogares españoles.

La repostería centroeuropea ofrece una de las variantes más amplias para degustar nuevos sabores en estas cenas navideñas. La pastelería «La Oriental Edelweiss» , en la calle Galileo de Madrid, es un punto de referencia en este tipo de cocina. Fundada en 1974 por Rafael Yanes, aprendiz aventajado del pastelero húngaro Nicolás Gruber, tiene sus raíces culinarias en la repostería vienesa, aunque se ha especializado en las variantes alemanas de ésta. El bizcocho de zanahoria con mazapán, la selva negra y el tronco vienés son algunas de sus especialidades más llamativas.

El producto estrella durante todo el año es el «apfelstrudel» , un pastel de manzana, pasas y nueces que en Navidad se vende más que nunca. Sin embargo, en estas fechas los dulces más típicos son

El turrón llegó a España desde el Magreb y Siria es su productor árabe más famoso

el «stollen» y el «baumkuchen». El primero, tradicional de los desayunos navideños en Centroeuropa, es un pan relleno de mazapán y fruta. El segundo, toda una delicia para los ojos y el paladar, es un bizcocho de almendra que se tuesta en capas y tiene el aspecto de un tronco de árbol cortado. «Es un dulce caro, porque es complicado de cocinar. Tarda de tres a cuatro horas en hacerse y hay que estar siempre pendiente de que no se queme ninguna capa», cuenta José, el actual dueño de la pastelería. El «baumkuchen» sólo se hace por encargo y cuesta 60 euros el kilo.

Turrones de Oriente Próximo

Aunque la mayoría del pueblo árabe no celebra la Navidad, las comunidades de árabes cristianos de países como Siria, Líbano y Egipto han desarrollado una variedad de dulces navideños muy exótica, con el pistacho o las flores presentes en casi todos sus postres. El manjar por excelencia es el turrón, una tradición que a España llegó del norte de África y que tiene sus variantes más famosas en Siria. De allí llegan a la pastelería «Salamat» (en la madrileña calle de Tribulete) los turrones de nuga, agua de azahar y pétalos de flores que venden estos días. Las frutas rellenas de pistacho son otro de los tesoros culinarios de la confitería navideña de Oriente Medio.

Mohammed, el dueño de la pastelería, cuenta que «el 95 por ciento de los clientes son españoles que buscan cambiar un poco y no llevar lo de siempre a las cenas de Navidad, porque con un surtido de dulces sirios, libaneses y marroquíes pueden triunfar con algo diferente ante sus amigos y familiares». Y es que la especialidad de «Salamat» son los dulces marroquíes que, aunque por cuestiones religiosas no tienen nada de navideños, son muy demandados durante estas festividades. La mayoría son hojaldres rellenos de almíbar o frutas secas, aunque también hacen polvorones: los «ghoriba», que pueden ser de sésamo, dátiles y coco.

Delicias navideñas de Brasil

Para quienes gustan de probar cosas más exóticas, la alternativa ideal son los postres brasileños. En Madrid, la pastelería de más caché es «Dona Nena» , en la calle Julio Antonio. Allí los encargos de troncos de Navidad aumentan cada año al llegar las Fiestas. Se trata de una tarta de chocolate con la que los brasileños ponen la guinda a las cenas navideñas. En «Dona Nena» venden tanto la receta típica, con chocolate, como las variantes de leche condensada, dulce de leche, coco o piña.

Aunque reciben muchos encargos de brasileños afincados en la capital, también multitud de españoles se acercan cada año a probar estos sabores tan distintos. Los más innovadores optan por la «mousse» de maracuyá . «La encarga sobre todo gente a la que le gusta menos el dulce, porque el sabor amargo del maracuyá prevalece un poco más», explica Iara, gerente del local. Menos específicos de la Navidad, las trufas de ciruelas y de chocolate, el pudin de leche condensada y, sobre todo, los «beijinhos» (besitos), son otras de las delicias que muchos se atreven a probar estos días como sustitutos del turrón y los mazapanes.

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