El cogote de Lagerfeld
Más de una hora cerca de la coleta del zar de la moda es suficiente para entender al mito y hacerlo carne
Lo bueno de ser puntual es que una puede elegir el mejor sitio en las convocatorias de prensa. Por esa buena costumbre, pude sentarme justo detrás del cogote de Karl Lagerfeld en el imponente salón del hotel Ritz de Moscú. Más de una hora cerca de la coleta del zar de la moda es suficiente para entender al mito y hacerlo carne.
Es lo malo de conocer a los grandes: que se vuelven humanos y eso ya gusta menos. De Karl admiraba su obra con Chanel, incluso me gustan sus fotos para el calendario Pirelli y otras que hace a Carolina de Mónaco, pero la cercanía y el roce me quitaron la venda y así, tan de cerca, aunque sea de espaldas y de medio lado, causa estremecimiento ver su alzacuellos duro como un cartón y blanco como la nieve, que lleva cual collarín para las cervicales. Para atarlo recurre a cintas de seda y perlas con alfiler. Más duro es el asunto capilar. Recurriendo a los clásicos, se empolva la melena cana con una especie de talco que queda empastelado en las sienes. El coletero es de los que encuentro en los mercadillos a euro la docena. Pero ahí no acaba el retrato: oculta sus ojos tras unas gafas negras, aunque no puede esconder una boca que recuerda a la de Carmen Mairena . Dos audífonos bien camuflados tras las orejas completan el cuadro. A Karl, en su Alemania natal le llaman el káiser de la moda. En Moscú le presentan como el zar. Pero cuando él habla de sí mismo dice que es un dios. Ni es sencillo ni es simpático. Pero es uno de los grandes talentos de la creatividad.
Imparable en su lucha contra el cáncer, Sandra Ibarra saca fuerzas de su diminuto cuerpo para estar en todos los actos que organiza. Esta semana presentó, junto a la diseñadora María Lafuente, la camiseta solidaria cuyos fondos se destinarán a proyectos de investigación frente al cáncer, que apoya la Fundación Sandra Ibarra.
La verdad de Feliciano
Y cuando ya nadie se acordaba, llega Feliciano López y recuerda cómo ha sido el verano más amargo de su vida, tras su ruptura sentimental con María José Suárez , la noticia de que ella estaba embarazada y el posterior aborto que sufrió. «Nunca se ha sabido la verdad de todo esto», ha dicho el tenista en la rueda de prensa del programa que se ha realizado con su biografía. Insiste, además, en que «hay gente que pasa por tu vida y, en algunos momentos, no eres capaz de diferenciar si está contigo porque te quiere de verdad y va a estar siempre ahí o porque tiene cualquier otro tipo de interés». Que todos pensemos en María José cuando afirma esas cosas, es de pura lógica. Lo que ya no entiendo es a qué viene remover viejas rencillas. ¿Es por lo de servir la venganza en plato frío? De momento, ha dado estabilidad a sus sentimientos con una nueva relación, que hoy nos sirve en exclusiva «Hoy Corazón». Ella es una periodista llamada Nira Juanco .
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