El Prat recupera la normalidad a cuentagotas

«El mal ya está hecho», decían a una el matrimonio Roig, de Gerona. Ellos, sus hijos y las cerca de cuarenta personas que les acompañaban en un viaje a Viena para asistir a un «carísimo» concierto de música clásica se habían quedado mudos de rabia en una de las colas del aeropuerto de El Prat. Para ellos, como para muchos viajeros de este puente de la Constitución maldito, el regreso a la normalidad instaurado ayer tarde por el ejército tras la salvaje huelga encubierta de controladores arribaba en vano. La música sonaba ya ayer en la capital austríaca y los Roig y compañía se tenían que conformar con la cantilena de la megafonía del aeropuerto barcelonés. Hacían cola para que els devolvieran el dinero, pero no bastaría para resarcirles.

No muy lejos, otro drama familiar: una familia musulmana que ya no podría a Turquía. La hija mileurista había reunido el dinero para pagar el pasaje a sus padres y a sus dos hermanos en el paro, y ahora se tenía que conformar con reclamar una devolución imposible. El despliegue de efectivos del Ejército en El Prat, tras decretar el Gobierno el estado de alarma en el país por el paro de los controladores, llevó a éstos a reconsiderar su actitud, por lo que el aeropuerto barcelonés empezó a reanudar lentamente su actividad a partir de las 16:00 horas. La advertencia de que los controladores que no acudieran a su puesto de trabajo podrían incurrir en un delito de desobediencia o de sedición surtió efecto y todos los trabajadores del turno de tarde del Centro de Control de Gavá, 30 personas, y de la Torre de Control de El Prat, 13 trabajadores, se presentaron por la tarde en su puesto laboral.

Hasta las 21:00 horas, el Aeropuerto de El Prat había operado 50 vuelos desde la apertura del espacio aéreo. De ellos, 21 fueron llegadas y 29, salidas. Hasta esa hora, Barcelona había cancelado el 87, 65 por ciento de los vuelos programados. Así, habían dejado de operarse 292 llegadas y 283 salidas, de los 656 trayectos previstos. A la normalidad se la espera hoy en El Prat, pero podría llegar tarde por los retrasos acumulados.