Paz Vega, a por su cuarta cesárea

Dice que es herencia de su madre eso de parir y quedarse en la talla 36. Pero lo de Paz Vega ya empieza a resultar sospechoso: acaba de dar a luz a su tercer hijo y está más delgada que nunca. La vi, y la toqué, en la fiesta que Bvlgari organizó para presentar su nueva colección de gafas inspirada en los logos de la firma. Llegó junto a su marido, Orson Salazar, que siempre es un placer para la vista, y con ellos hablé sobre sus tres retoños, sus tres cesáreas y sobre cómo la actriz ya quiere un cuarto bebé. «El médico me ha dicho que tengo el útero muy bien y que puedo volver a embarazarme», anuncia.

En esta casa es Orson quien pone el freno, pues insiste en que hay que esperar al menos un año para poder recuperar el ritmo de trabajo. Por eso, los Salazar-Vega harán las maletas esta Navidad para mudarse a su casa de Los Angeles, donde pasarán el día de Reyes. Los niños ya tienen colegio reservado y Paz, la agenda llena de citas para preparar su próximo trabajo. «En España queremos producir nuestra propia película. Será el próximo verano con nuestra productora, Espejito, espejito, y será una comedia que llevará por título “Amar en Madrid”», anuncia la actriz, quien acaba de protagonizar «La venganza de Don Mendo Rock», filme que supone la vuelta a la producción cinematográfica de José Frade tras muchos años sin lanzarse a ese ruedo. De hecho, desde su relación con Norma Duval, cuando Frade se separó de su familia (esposa e hijos) y, también, del séptimo arte.

Con sus tres hijos a la espalda, Paz aguantaría un desnudo como el que esta semana ha sembrado la polémica: el de Irina Shayk, novia de Cristiano Ronaldo, en las páginas de «GQ». Tras posar de manera espectacular delante de todo el equipo de la revista en un caserón de Chinchón, ahora resulta que la agencia que la representa ha enviado un durísimo comunicado contra la citada cabecera asegurando que han utilizado el photoshop para desnudar a la modelo y que la han engañado. Por supuesto, el director de la publicación, Javier Fernández Angulo, se defiende y me asegura que nada de lo dicho es verdad, que el fotógrafo le ofreció desnudarse y que ella aceptó con un «of course», que había quince personas como testigos, que el original está en papel, puesto que no se hizo con imagen digital, y que ellos no han mentido a nadie.

La polémica surgió justo después de la cena de entrega de los premios de la mencionada revista, que reunió en el hotel Palace de Madrid a una larguísima lista de hombres interesantes, entre los que descubrí a Diego Forlán, Aitor Ocio, Clive Owen… Ellos, de pajarita; y Bo Derek, un punto antigua en la subasta de botellas Möet Chandon a beneficio de la Casa del Actor. Menos mal que estuve con el genial Manuel Galiana, un grande de la interpretación que no cae en tantas chorrada como otros pequeños de su gremio.