¡Ahora, a trabajar!
Mariona Carulla, nueva presidenta del Orfeó Català, se enfrenta al reto de reflotar el Palau de la Música tras el saqueo de Millet y Montull

Con un eufórico «¡ahora,a trabajar!» Mariona Carulla, la nueva presidenta del Orfeó Catalá, daba por finiquitada la breve ceremonia con la que una cuarentena de trabajadores del Palau la recibió con aplausos y vítores hoy al mediodía , en una entrada triunfal coronada por un ramo de flores que le entregó su mano derecha, Joan Llinares, flanqueado por un ramillete de periodistas. La negativa a la petición de entrevistas de los medios por parte de su agencia de comunicación y por el departamento de prensa del Palau evidenció que la flamante presidenta tiene mucho trabajo por hacer, incluyendo la estrategia de comunicación, «ya que he estado un mes fuera del Palau», declaró con las flores en su regazo.
La conciencia muy tranquila
«Comenzamos pasando página», dijo a sus compañeros visiblemente feliz y emocionada. Consultada respecto a cómo había pasado la primera noche de su nueva vida, afirmó que «afortunadamente» dormía bien «porque tengo la conciencia muy tranquila». Evitó referirse a temas relacionados con el juicio sobre el expolio del Palau: «Me he ido enterando por la prensa de todo esto» Momentos antes anunciaba que «la semana que viene convocaré a la junta, recapitularemos y nuestra posición será colegiada, no presidencialista. Tenemos mucho trabajo por hacer y hay muchas decisiones que tomar. Tengo una montaña de papeles sobre mi despacho».
La entrada triunfal fue la culminación de un proceso de siete horas de duración que había acabado 10 horas antes, a las 2 de la madrugada de hoy, cuando el presidente de la mesa electoral, Antoni Dalmau, anunciaba que la candidatura encabezada por Mariona Carulla sería la encargada de velar por los destinos de los próximos cuatro años del Orfeó Català y del Palau de la Música Catalana. Después de aclarar que 61 del total de los 859 votos emitidos por los socios del Palau –podían votar casi 1.700- se declararon inválidos al no adjuntar la fotocopia de su DNI –se trataba de votos por correo-, Dalmau anunció que 579 se inclinaban por Carulla, 260 por la candidatura de Enric Enrech, con 18 votos en blanco y dos nulos. Una vez aclarado el escrutinio, Carulla y los miembros de su candidatura subieron eufóricos al escenario para tomar oficialmente posesión del cargo.
«Nos tenemos que felicitar por normalidad democrática de estas elecciones», afirmó entonces la ya presidenta, «y por la alta participación, ya que hablamos de una cifra que no podíamos ni soñar teniendo en cuenta de dónde veníamos en los últimos años. Yo ya lo sabía, pero ahora me reafirmo en que el Orfeó está más vivo que nunca. Les digo a mis votantes que no los defraudaremos y que hoy comienza una nueva etapa. Mañana hablaré con los trabajadores del Palau y la semana que viene me reuniré con las empresas mecenas -sus aportaciones se gestionarán desde el rigor y la máxima transparencia-, con las instituciones que integran el consorcio [Ministerio de Cultura, Generalitat y Ayuntamiento] y con los coros, que son el corazón de nuestra institución. Quiero que esta etapa los socios estemos más unidos que nunca. Iniciamos ahora una época dorada para nuestra institución».
Primeras elecciones
Los candidatos, obviamente, aguantaron hasta el final del recuento de votos acompañados de sus compañeros de lista, de algunos amigos y familiares, de trabajadores del Palau, de «cantaires» y de periodistas.
Eran de suponer las dimensiones que tomaron estas elecciones ante la magnitud del Caso Palau-Millet, siendo además históricas: eran las primeras elecciones que se celebran en la institución en su centenaria trayectoria. Ahora sube al trono del Orfeó quien fuera vicepresidenta de Millet durante once años con el firme objetivo de que los coros recuperen protagonismo, para lo cual reorganizará la gestión de la institución, remodelará su organigrama y, creará un consejo de mecenazgo. Ello pasa por un único director general, un presupuesto y una única plantilla y por la creación de una nueva fundación con un solo patronato y una comisión delegada. Josep Maria Loza ocupará el cargo de vicepresidente primero; el maestro Antoni Ros Marbà será vicepresidente segundo; Jaume Martí secretario primero; Carlos Cuatrecasas, secretario segundo y Carles Sumarroca
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