El Campeón toma el mando

Vigente campeón de la ACB contra subcampeón. El segundo clasificado en la presente temporada con la misión de arrebatar al líder el primer puesto. Caja Laboral frente a Barcelona. Partido cargado de tensión por los antecedentes y por lo que había en juego. Presión que degeneró en airadas protestas de los vitorianos a los árbitros y que estuvieron a punto de provocar su derrota por las tres faltas técnicas y la descalificante a Dusko Ivanovic con la que fueron castigados. Pero si algo demostraron los locales es fe y casta, armas que le auparon finalmente a lo más alto de la tabla después de remontar 10 puntos en los primeros minutos del último cuarto.

Sin el lesionado Navarro, la maquinaria del Barcelona no ajusta. Se demostró en la Euroliga con la derrota en Roma y Xavi Pascual se dio cuenta rápido de que el guión se repetía. Sólo dos minutos tardó en pedir el primer tiempo muerto para refrescar los conceptos a los suyos y, de paso, cortar el vertiginoso ritmo con el que los vitorianos arrancaron el duelo en busca del liderato (5-0). Dio resultado y el primer parcial concluyó con ventaja visitante (19-20) guiados por un Ricky Rubio que no alcanza la regularidad.

Extrañamente desaparecido sobre la pista, dos acciones del verdugo del Barcelona en la final del pasado año permitieron a los de Pascual adquirir su mayor ventaja en la primera mitad (seis puntos). Unos protestados pasos y una discutida falta antideportiva de Fernando San Emeterio dieron vida al Barça. Con el público de uñas por las decisiones arbitrales y ante su preocupante falta de acierto en la pintura, los azulgranas recurrieron a los lanzamientos exteriores. La aparición de un imparable Brad Oleson (15 puntos al descanso) y una gran acción individual de Huertas al filo de la bocina permitieron al Caja Laboral invertir los números para enfilar el camino de los vestuarios un punto por arriba (35-34).

Locura en la reanudación. Dos nuevas antideportivas y una descalificante provocaron la pañolada de las gradas y un estirón azulgrana de 11 puntos. Las decisiones arbitrales no hundieron a los vitorianos, que apretaron los dientes y aprovecharon que San Emeterio salió de su eclipse para provocar con un triple la reacción que llevó a los suyos al liderato.