EEUU ofreció refugio a nazis tras la II Guerra Mundial
Con nombres y apellidos
Arthur Rudolph, uno de los cientos de científicos extranjeros reclutados para trabajar en EEUU tras la guerra dijo a los investigadores en 1947 ser el director de una fábrica que creaba cohetes en la que se obligaba a trabajos forzosos. El informe asegura que los funcionarios de inmigración sabían que Rudolph había sido miembro del partido Nazi pero aun así lo dejaron entrar en EEUU por su conocimiento sobre cohetes. Otro de los casos que se menciona es el de Otto Von Bolschwing, que trabajó con Adolf Eichmann, uno de los arquitectos del Holocausto, y que trabajó como agente de la CIA en EEUU tras la II Guerra Mundial. El documento detalla cómo la agencia de espionaje debatió en una serie de informes internos qué hacer si se descubría el pasado de Bolschwing, si negar cualquier afiliación con los nazis o explicarlo. La CIA contrató a Bolschwing durante la Guerra Fría por sus conexiones con alemanes y rumanos. El Departamento de Justicia intentó deportar a Bolschwing en 1981 tras averiguar su pasado, pero el ex nazi murió ese mismo año. Desde la creación de la OSI EEUU deportó a más de 300 nazis. El New York Times recuerda que el informe sobre la caza de nazis es obra de Mark Richard, un abogado del Departamento de Justicia. En 1999, Richard convenció a la fiscal general de EEUU Janet Reno para que comenzase un detallado escrutinio de lo que él consideraba una pieza crucial de la historia y encargó el trabajo a la fiscal Judith Feigin. Tras editar la versión final en el año 2006, pidió a altos funcionarios del Departamento de Justicia que publicasen el informe pero su solicitud fue denegada. El Times asegura que cuando descubrió que tenía cáncer, Richard dijo a un grupo de amigos que uno de sus deseos antes de morir era ver el informe publicado. El abogado murió en el 2009 sin ver su sueño cumplido.
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