El Barça resiste la presión del Madrid

La ACB dejó ayer de tener un patito feo. El Manresa, único equipo que había llorado en las primeras seis páginas del cuento de la Liga, asaltó la cancha del Alicante y firmó su primera victoria de la temporada (67-70). Un triple de Jordi Grimau, a escasos cuatro segundos para el final, puso fin a esta sequía y devolvió la calma a las revueltas aguas en las que nadaba el equipo de Jaume Ponsarnau.

Capítulo mucho más feliz en el libro del campeonato es el que leen Barcelona y Caja Laboral. Después de que el Real Madrid metiera presión al vencer al Joventut en el duelo que abrió la séptima jornada, a los dos protagonistas de la final de la pasada temporada no les tembló la muñeca ante Fuenlabrada (76-62) y CAI Zaragoza (70-84), respectivamente. Con Pete Mickeal una vez más como baluarte, los azulgranas se sobrepusieron al sorprendente arranque de los madrileños y gracias a un parcial de 20-1 en el segundo acto echaron el cierre al partido. En un duelo igual de cómodo el vigente campeón acabó con la ilusión de los zaragozanos por repetir la campanada que ya consiguiera ante el Barça.

El que confirmó su condición de equipo revelación en el primer tramo liguero es el Valladolid. A pesar del cambio en el banquillo después del último fracaso en la Euroliga y de los 25 puntos anotados por Rafa Martínez, el Valencia sigue sin levantar cabeza y ayer sucumbió ante la gran defensa planteada por los pucelanos. Los de Fisac, con solo dos derrotas, se mantienen firmes en la cuarta plaza por detrás de los tres grandes: Barcelona, Caja Laboral y Real Madrid. El Estudiantes, por su parte, confirmó la reacción comenzada hace siete días y venció en la difícil cancha del Unicaja (53-64). Germán Gabriel, ex del equipo malagueño, fue el mejor y el máximo anotador, con 19 puntos.

El MVP de la jornada, el norteamericano Jakim Donaldson —21 puntos, 7 rebotes y 30 de valoración— no pudo impedir la derrota ( 88-77) del Menorca ante un Gran Canaria que se ha hecho fuerte en su feudo.